Al Oído: El país habló y el presidente no escuchó
El presidente está encapsulado en su realidad paralela sin sentido de autocrítica rodeado de aplausos de manos amigas. Así será complejo que gobiernen para todos.

Al Oído: El país habló y el presidente no escuchó
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Presidente Gustavo Petro. Foto: Getty Images.
¿Se quedarán deslegitimando la indignación y descontento de inconformes?
La marcha de la mayoría, cómo la denominaron, que se llevó a cabo el día de ayer habló por sí sola. El que quiera ver que lo vea, y ojo, esto no es competencia de mirar quién saca más personas a la movilización, pero sí debería enviar un mensaje contundente al presidente. Mensaje que de acuerdo con lo que trinó, le fue complejo ver.
“Así fue, débil en la costa Caribe, débil en la costa Pacífica; no logró llenar la Plaza de Bolívar de Bogotá, y fue fuerte como siempre en Medellín y Santanderes”: presidente Gustavo Petro.
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En su realidad paralela encapsulado, sin la más mínima capacidad de escuchar a la oposición; sin sentido de autocrítica, el comentario parecía más representar el significado de lo que es la miopía.
Minimizar a todo el que se opone reduce la capacidad de diálogo que prometió tener el gobierno, pero además usar una narrativa como lo hicieron tantos congresistas del Pacto en el que gradúan de uribista a todo el que salió a la marcha a nivel nacional también es un error, desconocen la realidad de las movilizaciones y deja ver que se están quedando encerrados en aplausos de amigos sin lograr ver las inconformidades que, aunque no lo quieren ver son de diferentes sectores.
Más que preocupados por el descontento que existe en la ciudadanía que representa una parte importante del país, algunos están preocupados es en decir si llenaron o no la plaza y cómo deslegitimar lo que todos pudimos ver. Cuánto temor a que la gente exprese libremente su molestia.
Una marcha, sin contratistas, sin correos institucionales invitando a las calles, sin funcionarios públicos obligados. El que no quiera escuchar lo sucedido se equivoca. La insatisfacción con el gobierno existe, la ciudadanía de a pie se manifestó, deben dejar la soberbia y revisar para retomar rumbo.
Este gobierno que prometió unión, paz total y la política del amor está olvidando que debe gobernar para todos no solo para quienes le eligieron. Deberían apostarle a la escucha, a ser realmente ese cambio tejiendo sin dividir más. Si se quedan sin escuchar las calles estarían haciendo lo que tanto le criticaron al gobierno del expresidente Iván Duque, que fue sordo muchas veces ante el clamor popular.
Otra muestra de la miopía es ver que, al caer la reforma laboral, el presidente prefiere criticar los partidos ni se pregunta por qué la ministra del Trabajo no fortaleció las comunicaciones y salió a defenderla, recuerda su época de alcalde que atacaba a los concejales si no aprobaban algo y fue incapaz de construir con los partidos. Actualmente es igual, en lugar de escuchar y reformular su relación con el Congreso prefiere atacar.
Queda demostrado que las verdaderas protestas son las que se hacen sin violencia, sin vandalizar, sin quemar policías, sin frenar ambulancias, sin afectar jóvenes, sin persecución. Sin violar los derechos y en eso gana el país; porque este año se está marchando en paz, dando ejemplo desde las ideas y eso ya es un primer avance. Hemos mejorado todos.
Tarjeta roja
Tarjeta roja para quienes cobardemente atacaron a Katy Sánchez, periodista de RTVC, quien estaba cubriendo la marcha. Tarjeta roja para quienes hacen llamado a tumbar al presidente en una democracia, una cosa es tener diferencias y pedir mejoras y correcciones, y otras llamar a delitos.