Al Oído: Benedetti se quedó, la contradicción del Gobierno

La sabiduría popular bien dice que, “el que mucho se despide, pocas ganas tiene de irse”, y les digo esto porque el embajador Benedetti, pese a todo el huracán de un escándalo vergonzoso, sigue en su cargo sin importar todo lo que se dijo de él; incluso, pese a lo que opina su jefe directo, el canciller Álvaro Leyva, quién en rueda de prensa dijo “¿cómo le van a creer? No es una buena fuente, hasta él mismo dice que es drogadicto”.

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El 3 de junio el embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, presentó su renuncia a causa de todo el escándalo desencadenado por la niñera de la exjefa de gabinete, Laura Sarabia, siendo aceptada tres días después, notificando que Benedetti sería embajador hasta el 23 de junio.

Lo que sorprendió fue que el pasado 26 de junio al excongresista se le hizo una extensión del periodo hasta el 19 de julio, pero además esto, no lo firmó el canciller Leyva, lo firmó el secretario de la cancillería, José Antonio Salazar.

¿Por qué extendieron este periodo? Es decir, vamos a tener como embajador de Colombia en Venezuela, 25 días más, a quién voceros del Gobierno han asegurado que no se le puede creer.

El Gobierno Petro se está enredando en trámites legislativos que evidencian nuevamente el desorden que deja claro que la coherencia no es precisamente la palabra con la que será recordado.

Al parecer el tigre sí encontró una puerta de salida. No se sorprendan si en este caso tan grave tampoco pasa nada, raro sería que pase algo. La naturaleza del país, siempre, frente a los peores escándalos, ha sido contraría.

Escuche a Catalina Suárez, Al Oído: