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Cinco señales de que su carro necesita una revisión urgente

Omitir los chequeos necesarios podría traer sanciones por parte de las autoridades de tránsito.

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Foto: Colprensa / John Paz

El Código Nacional de Tránsito es una norma que los centros de enseñanza automovilística o academias de conducción deben dar a conocer a quienes aspiran a obtener una licencia de conducción. La ley menciona normas de tránsito, aspectos para manejar adecuadamente y multas para infracciones.

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Se trata de la Ley 769 de 2002, que ha tenido varios cambios en sus más de veinte años de vigencia. Una de sus modificaciones clave llegó en 2013, cuando se implementó una nueva categoría de infracciones con millonarias multas.

Hasta el 2013, las multas se dividían en cinco categorías con una gradualidad que dependía de la gravedad de las faltas: A, B, C, D y E. Las infracciones tipo A eran, como en la actualidad, consideradas como las más leves, y las tipo E, las más severas, con multas de mayores montos.

Por ejemplo, en la categoría A se encuentran infracciones como no transitar por el carril derecho de una vía; en la B, manejar sin licencia; en la C, estacionar vehículos en sitios prohibidos; en la D, impedir el paso de vehículos de emergencia, y en la E, transportar en un mismo vehículo a pasajeros y explosivos.

En su momento, una de las infracciones del tipo E era conducir en estado de embriaguez. Sin embargo, desde la Ley 1696 de 2013 se creó la categoría F, en la que solamente se contempla pilotar bajo los efectos del alcohol. Las multas pueden ir desde los $3,89 millones hasta los $62,39 millones.

¿Cuándo se debe llevar a revisión un vehículo?

Una de las infracciones del tipo C, que podría acarrear una multa de quince salarios mínimos diarios ($650.000 en 2024), de acuerdo con el Código de Tránsito, es no realizar una verificación técnico-mecánica en plazos establecidos, además de no conservar al automotor “en adecuadas condiciones técnico-mecánicas”.

Las sanciones contemplan también la inmovilización del vehículo. Para evitar las penalizaciones y las intervenciones de la Policía, que puede revisar las condiciones de un carro en cualquier momento, estas son algunas señales que deben notarse, según el Centro de Diagnostico Automotor (CDA) Cardisel:

  • Fugas de fluidos, que pueden ser visibles luego de que el automóvil permanezca estacionado. Es importante identificar qué tipo de líquido es para tomar las medidas adecuadas.
  • Llantas lisas o mal calibradas, que podrían evidenciarse al sentir dificultad para mantener equilibrado el volante al momento de conducir.
  • Ruidos extraños al frenar, al girar la dirección, al hacer cambios o al mantener la marcha.
  • Alertas en los testigos, que son las pequeñas señales que aparecen en el tablero frente al conductor y que reflejan lo que detecta el sistema inteligente del carro, como fallas en el aceite, la gasolina o la temperatura.
  • Olores inusuales, que podrían ser indicios de problemas en alguno de los componentes del automotor. Es relevante fijarse en aromas como las del aceite quemado, el caucho quemado, el humo, la gasolina, entre otras.

De acuerdo con la Norma Técnica Colombiana NTC5375, elaborada por el Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación (Icontec), los CDA autorizados por los entes de transporte deberán revisar, con los elementos especializados, varias propiedades que deben dar cuenta del buen estado de los vehículos.

Los defectos de los carros se clasificarán en tipo A, que son los más graves, y tipo B, que implican “un peligro potencial para la seguridad del vehículo, la de otros vehículos, de sus ocupantes o de los demás usuarios de la vía pública”, así como la del medioambiente.

Un automotor aprobado no debe tener fallas tipo A, al tiempo que necesita tener menos de diez falencias tipo B, en caso de que se trate de un vehículo particular, o menos de cinco, si es uno de servicio público, una motocicleta o uno dedicado a la enseñanza automotriz. Estas son algunas características que se revisan:

  • Cierre inadecuado de las puertas, el capó o el baúl.
  • Corrosión o mal estado de la carrocería.
  • Mal estado de parachoques y defensas.
  • Inexistencia o mal funcionamiento de los limpiaparabrisas delanteros.
  • Falta de al menos dos espejos retrovisores funcionales.
  • Inexistencia de alguno de los parabrisas o vidrios móviles.
  • Mal estado de las luces direccionales, de parada, de reversa y/o de estacionamiento.
  • Deformaciones “excesivas” y fisuras en los rines, así como protuberancias o desfiguraciones en la banda de rodamiento en las llantas.

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