La Unesco declaró el Triángulo del Café como Patrimonio Mundial: ¿por qué?

Colombia es un país que alberga cientos de lugares emblemáticos que son reconocidos a nivel mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco); por ejemplo, está el parque nacional de los Katios, el santuario de fauna y flora de Malpelo, el centro histórico de Santa Cruz de Mompox, entre otros, cada uno conservando paisajes únicos, gastronomía inigualable y brindando experiencias inolvidables a quienes se aventuran a explorarlos.

Sin embargo, a la larga lista de lugares considerados por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, se le debe sumar el paisaje cultural cafetero, que fue galardonado con esta distinción en 2011, por varias razones explicadas por dicha entidad.

¿De qué se compone el Triángulo del Café?

El ‘Triángulo del Café’, también conocido como el Eje Cafetero, es una región que se caracteriza por múltiples cosas, entre ellas, porque se conforma de tres departamentos: Risaralda, Quindío y Caldas, todos con altos índices de producción de café.

Asimismo, en esta zona es posible que tanto turistas nacionales como extranjeros tengan la oportunidad de salir de la rutina haciendo planes que resultan bastante entretenidos para niños, jóvenes y adultos; por ejemplo, dejarse deslumbrar por los paisajes del Valle del Cocora, relajarse en los termales de Santa Rosa de Cabal, visitar las atracciones extremas en el Parque del Café o simplemente practicar senderismo en el parque nacional natural Los Nevados.

De igual manera, es imperdible ir a aquellos pueblos considerados como “mágicos”, esto debido a sus coloridas fachadas, calidez en sus habitantes y arquitectura completamente tradicional. En ese sentido, el turista que desee podrá ir a Filandia, Salento, Marsella, Pijao, entre otros.

¿Por qué el Eje Cafetero es declarado Patrimonio Mundial por la Unesco?

En 2011, la Unesco determinó que el paisaje cultural cafetero debía ser considerado como Patrimonio Mundial porque “es un ejemplo excepcional, sustentable y productivo único que representa una tradición tanto a nivel nacional como para otras zonas cafetaleras del mundo”.

Por lo tanto, esta distinción fue otorgada para los seis paisajes cafetaleros, así como para los dieciocho centros urbanos que se ubican en las cadenas occidental y central de la cordillera de los Andes, situados mayoritariamente en cumbres de las colinas, caracterizados por “una arquitectura creada por colonos procedentes de la región de Antioquia, de influencia española”, sugiere la Unesco.

Igualmente, para la construcción de varias de estas viviendas, la entidad resalta que se emplearon materiales tradicionales; por ejemplo, la tapia, bahareque para los muros e incluso arcilla para los tejados.