Otros<b> protagonistas centrales de Misión La Guajira son los trabajadores</b>: aquellas personas encargadas de llevar a cabo las obras de infraestructura, agua, energía y seguridad alimentaria que están transformando las vidas de miles de personas en las comunidades de Manaure y Uribia en el departamento.El <b>ingeniero electrónico Jorge Millán</b>, quien tiene su cargo el equipo que está llevando a cabo las soluciones en energía, habló sobre las condiciones en las que deben desarrollar su labor todos los días.“Nunca había tenido la oportunidad de trabajar o tener un<b> proyecto tan complejo, de tanta diversidad y situaciones</b> (…) el personal no dura mucho tiempo porque <b>se trabaja bajo condiciones difíciles</b>. Cuando uno va a estas comunidades, uno sabe que sale con el desayuno y le toca llegar a almorzar ya casi en la noche porque no hay dónde comprar absolutamente nada”, relató.Uno de los problemas más frecuentes que ha tenido que enfrentar el equipo de Millán es el acceso a las comunidades, ya que el tipo de <b>infraestructura en esta zona es demasiado precario</b>: “No hay vías, solo hay tramos naturales (…) eso ha hecho que llevar vehículos de carga pesada para llevar materiales ha sido imposible. Nos ha tocado <b>sacar estos vehículos porque se quedan enterrados</b>, lo que nos ha llevado a utilizar vehículos más livianos que no significa que sea más fácil, sino que se amplía mucho más todo ese proceso logístico”.La seguridad ha sido otro factor central en la ejecución del proyecto Misión La Guajira:“Nos han brindado acompañamiento y nos dirigen, pero, aún así, hace como una semana tuvimos un incidente: a uno de los vehículos que estaba desplazando materiales y personal para iniciar labores lo<b> interceptó un grupo fuertemente armado</b>. Los bajaron, los amenazaron y les robaron todo lo que tenían, incluso se llevaron el vehículo y los dejaron en una zona donde ni siquiera hay comunicaciones para poder reportarse”.