Internacional

La ultraderecha chilena se dividió y el ala más radical y “trumpista” tomó fuerza

“Kaiser toma algunos elementos de Trump y Milei, como la irreverencia o la radicalidad de su discurso. Esto puede servirle para hacerse conocido”, manifestó Raúl Burgos, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso

José Antonio Kast candidato por el Partido Republicano de Chile. FOTO: Claudio Santana/Getty Images

José Antonio Kast candidato por el Partido Republicano de Chile. FOTO: Claudio Santana/Getty Images

La ultraderecha chilena vive momentos de fuerte división y su ala más radical, vociferante y “trumpista” acaba de crear un nuevo partido, que no para de subir en las encuestas y que hace peligrar el liderazgo que hasta ahora tiene en el sector del excandidato presidencial José Antonio Kast.

Con más de 22.000 firmas, el Partido Nacional Libertario (PNL) se constituyó formalmente el pasado 22 de enero con miras a presentarse a las elecciones presidenciales y parlamentarias de noviembre y ganarle terreno al Partido Republicano de Kast.

La mayoría de sus integrantes son antiguos republicanos, incluido su líder, el diputado Johannes Kaiser, que lleva varias semanas segundo en las encuestas de preferencias presidenciales, por delante de Kast, pero aún muy lejos de la exalcaldesa Evelyn Matthei, de la derecha tradicional.

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Nuestra principal propuesta es un proyecto político sustentado en valores propios de nuestra civilización occidental, que enfrente la batalla cultural en la que nos encontramos inmersos, promoviendo el fortalecimiento de nuestra soberanía nacional y de las libertades de los chilenos”, dijo a EFE en una declaración escrita la vicepresidenta del PNL, Camille Sigl.

La comunicadora social aseguró que “hoy más que nunca es necesario que el pueblo de Chile ponga un límite definitivo a las políticas progresistas y criticó a la derecha por padecer “el tremendo mal de sentirse culposa por pensar como piensa”.

Nuestro país se cansó de la derecha buenista y le va a pasar la cuenta en las próximas elecciones”, añadió.

Diferencias de forma, pero no de fondo

Republicanos y libertarios apenas tienen diferencias en el fondo: ambos defienden el golpe de Estado de 1973, el modelo neoliberal legado de la dictadura, la reducción del tamaño del Estado, las bajadas de impuestos, la mano dura contra la migración y la soberanía nacional frente al multilateralismo.

Sus referentes son el húngaro Viktor Orbán, el estadounidense Donald Trump y el argentino Javier Milei y sus principales enemigos son la Agenda 2030 de la ONU y los llamados ‘woke’, pero los separan las formas y el estilo de sus líderes.

Kaiser es una figura mucho más radical, mucho más disruptiva y agresiva, mientras que Kast se presenta a sí mismo como un conservador con ideas muy claras, pero con un estilo más dialogante y un talante más tranquilo”, explicó a EFE Cristóbal Rovira, de la Universidad Católica.

Kast, un abogado profundamente católico y con nueve hijos, es un viejo conocido de la política chilena: fue diputado durante 16 años y militante por décadas militante en la UDI, de la derecha tradicional.

Fundó el Partido Republicano en 2019 y dos años después consiguió su primer “sorpasso” a la derecha tradicional, batiéndose sin éxito contra el presidente Gabriel Boric en el balotaje.

Kaiser, en cambio, era un desconocido hasta la ola de protestas de 2019, cuando empezó a cosechar fama con su canal de Youtube, donde llegó a cuestionar el voto femenino y a mofarse de las víctimas de la dictadura.

Tras vivir varios años en el extranjero, en 2021 se presentó como diputado por el Partido Republicano, pero renunció a la formación política hace un año alegando “incompatibilidades” y desde entonces funciona como independiente en la Cámara.

Kaiser toma algunos elementos de Trump y Milei, como la irreverencia o la radicalidad de su discurso. Esto puede servirle para hacerse conocido”, apuntó a EFE Raúl Burgos, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso

El quiebre

La división en la ultraderecha se empezó a gestar durante el segundo proceso para cambiar la Constitución vigente desde la dictadura, que fue liderado por los republicanos en 2023.

Stephanie Alenda, de la Universidad Andrés Bello, recordó a EFE que “hubo un porcentaje significativo de la derecha más dura, cercano al 20%, que no estuvo de acuerdo con la forma en que ese proceso se condujo, que no quería un cambio constitucional y que vio con malos ojos que los republicanos se prestaran para ello”.

Kaiser aprovechó esa oportunidad y empezó a desarrollar un discurso mucho más reaccionario”, subrayó.

El libertario pidió el voto en contra de la propuesta constitucional elaborada por la mayoría republicana y esta finalmente se rechazó en un plebiscito en diciembre de 2023, lo que marcó el comienzo del declive de Kast.

Para Rovira, las divisiones dentro de la ultraderecha son “un fenómeno bastante global” porque “compiten para ver quién se muestra como el más radical”.

“En Francia, Marine Le Pen apostó por presentarse como más moderada para ganarse al centro y surgió Éric Zemmour. Lo que está haciendo Kaiser es tratar de convencer de que él es el duro de verdad”, agregó.

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