Tipos de contratos que puede tener un practicante en una empresa: Conozca las opciones
En Colombia hay algunas alternativas de contratación para los estudiantes que están en su etapa de práctica, por lo que es necesario conocer qué tipo de acuerdos puede tener con la entidad a la que va a prestar sus servicios.
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Imagen de referencia. FOTO: Maskot vía Getty Images. / Maskot
En Colombia existen algunos tipos de contratos laborales para los practicantes, es decir, estudiantes de programas técnicos, tecnológicos y profesionales que deben realizar su etapa de prácticas.
Los distintos contratos dependen de los requisitos y normas que ofrecen las Instituciones de Educación Superior (IES) y la empresa contratista.
El estudiante, por su parte, decide qué opción le favorece para su proceso de formación como practicante.
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Así que, aunque debe conocer las opciones de contratación a las que puede acceder como un estudiante en etapa práctica, es necesario saber cuáles son las alternativas que ofrece su universidad o entidad educativa y la empresa a la que desea postularse como trabajador.
¿Cuáles son los tipos de contrato para practicantes en Colombia?
Contrato de aprendizaje: es uno de los tipos de contratación más utilizados por los estudiantes, rige bajo la Ley 188 de 1959 y consiste en la prestación de servicios por parte del empleado a un empleador, mientras este último “le proporciona los medios para adquirir formación profesional metódica y completa del arte u oficio para cuyo desempeño ha sido contratado, por un tiempo determinado, y le pague el salario convenido”, según el Ministerio de Educación.
Dentro del documento de contratación debe quedar la información de la empresa, datos personales del practicante y su programa académico, obligaciones y condiciones laborales, salario del aprendiz, duración del contrato y las firmas de los involucrados en el acuerdo.
El salario de practicante de programas SENA no puede ser menor al 75% de un SMLV, mientras que el de un programa de pregrado universitario no puede ser menor al 100% del SMLV, en ambos casos la empresa contratadora debe afiliar a los trabajadores a una Aseguradora de Riesgos Laborales (ARL) y está en la obligación de pagar su EPS.
Según el artículo 2 de la Ley 188 de 1959, los jóvenes a partir de los 14 años pueden aplicar a un contrato de aprendizaje, siempre y cuando demuestren que han completado sus estudios primarios. Este contrato no puede exceder a un tiempo mayor de 2 años.
Contrato por convenio o acuerdo de voluntades o pasantía: esta contratación es ideal para aquellos estudiantes que no pueden aplicar a un contrato de aprendizaje, y rige bajo 1562 de 2010. En esta ocasión el empleador no está obligado a brindar un apoyo financiero al aprendiz, por lo que el estudiante debe estar afiliado a una EPS, lo único que cubre la empresa contratadora es la inscripción a una ARL.
El contrato por convenio requiere documentación de la empresa y del estudiante, así como programa académico del practicante. El trámite del proceso de contratación lo hace directamente el empleador con la institución de educación superior y firman las tres partes: aprendiz, entidad contratadora y universidad.
La etapa de prácticas debe durar en cuatro a seis meses y entre 24 a 46 horas máximo.
Vinculo laboral por certificación: este tipo de contrato no aplica en todas las instituciones de educación superior. Sin embargo, este vinculo va dirigido a los estudiantes que se encuentran ejerciendo su carrera profesional y tiene un contrato laboral. Los practicantes deben estar afiliados a EPS y ARL, además de contar con sus respectivos certificados. Por último, el contrato tiene una duración mínima de vinculación de cuatro meses (depende de la IES).
Como documentación se requiere: certificado laboral, certificado de ARL y certificado de EPS. También, es necesario incluir el programa académico e información de la entidad universitaria y la empresa contratadora.
Vinculo laboral por intermediación: este contrato tampoco aplica en todas las universidades, pero en donde sí está disponible, es ideal para aquellas personas que trabajan en alguna entidad, pero no están ejerciendo su programa académico.
Se requiere el certificado laboral, de ARL y EPS, además de una carta emitida por la empresa empleadora donde autorice el plan de mejora dentro de la organización.
Esta contratación debe contar con una duración mínima de cuatro meses (depende de IES).
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