Al Oído | No me ausenté por vaga, viví un embarazo de alto riesgo: María del Mar Pizarro a Polo Polo

No deja de sorprender que el día de la mujer en redes sociales todos queramos escribir mensajes sentidos o que políticos y opinadores salgan con mensajes especiales, pero realmente, ¿qué está pasando?

Nos sorprende e indigna la violencia contra la mujer, pero nos encanta la hoguera digital en la que cada día el centro son las mujeres. En un país en el que, de acuerdo al último informe de la Procuraduría, el 88% de víctimas de violencia sexual son mujeres, el 75% de caso de violencia de género somos mujeres y la violencia política es el pan de cada día y no distingue color político.

Recuerden que hace unos días entró en vigencia la ley que busca prevenir y castigar la violencia contra las mujeres en el ámbito político, ya que el presidente Gustavo Petro firmó la Ley 2453 del 2 de abril de 2025.

El corazón de esta ley está en su definición explícita de la violencia política contra las mujeres, entendida como “cualquier acción, conducta u omisión que cause daño físico, psicológico o moral con la intención de restringir el ejercicio de sus derechos”.

El articulado aclara que estas agresiones pueden darse en el ámbito público o privado, y no distingue entre afiliaciones políticas o ideológicas.

Hemos visto en los últimos días como personas de oposición incitaron a que protestaran y hostigaran a una senadora en la puerta de su casa, donde estaba su hijo menor.

Hemos visto como los seguidores de Westcol no han parado de amenazar a la representante por Risaralda Carolina Giraldo por exigirle respeto por las pereiranas unas mujeres trabajadoras y decentes. Y los seguidores de este señor, que es una vergüenza, le envían fotos amenazando a la congresista; seguidores no, más bien una secta.

Nueva polémica de Miguel Polo Polo

El remate en redes fue por la polémica generada por el representante Miguel Polo Polo, quien sacó un aparente ranking de los más ausentes en la Cámara de Representantes, en el que dijo que encabezaba la representante del Pacto Histórico, María del Mar Pizarro, su foto por todo lado y los

A la congresista no le paraban de llegar mensajes, por lo que le tocó (y lo digo así porque me parece algo burdo habiendo tanto para cuestionarse) salir a contar y mostrar la foto de un momento muy difícil que pasó. Resulta que su ausentismo en el recinto se dio porque tuvo un embarazo de alto riesgo, con 3 intentos de aborto y 4 meses de incapacidad debidamente justificada.

Quiero anotar que entre congresistas la situación se conocía y tal vez eso la hace un ataque mucho más bajo.

Estamos Al Oído de María del Mar Pizarro, quien expresó: “el Representante Polo Polo seguramente sabía, como otros colegas, lo que fue el capítulo más difícil y retador. Yo tuve en embarazo de alto riesgo, con 3 intentos de aborto y 4 meses de incapacidad y hospitalización con sus excusas médicas tramitadas.

Esto, además de violencia de género, es violencia política. Algo incoherente para el Representante Polo Polo que fue ponente del PL de Licencia de maternidad en mujeres en política.

Además de tener una condición médica delicada que casi cobra mi vida y la de mi hija, “NO me tomé la licencia de maternidad precisamente para cumplir con mi trabajo legislativo.”

Todos repetimos diariamente la frase “no todo vale” cuando son nuestros amigos o con quienes tenemos simpatía ideológica, pero nos cuesta entenderlo cuando se trata del que piensa diferente.

Me aterra que la representante María del Mar Pizarro tenga que exponer y hacer público un momento tan íntimo de su embarazo y todo lo que pasó por esos días. ¿En serio necesitábamos saber qué fueron tres intentos de aborto?, ¿saben el miedo y depresión que sintió en ese momento? Es agotador que, sin importar la orilla (ideológica o política), las mujeres siempre son las que más explicaciones de su vida íntima deben dar.

La privacidad en la salud es también un derecho, uno que hoy la representante María del Mar le tocó romper porque su imagen en una esfera de que todo es una hoguera digital se vio afectada en lo que fue uno de los momentos más difíciles que pasó. Me pregunto, ¿todo vale cuando no son los de mi afecto? ¿A qué vamos a llegar? ¿Cuesta ser solidarios con el que piensa diferente?

Toda la solidaridad con las mujeres que enaltecen escenarios complejos y que diariamente su físico, sus familias, sus parejas entran a ser parte de lo que algunos creen “debate público”.