Bolsonaro fue dado de alta del hospital tras tres semanas ingresado por una cirugía intestinal

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro recibió el alta este domingo 4 de mayo y salió por su propio pie del hospital de Brasilia donde estuvo internado durante tres semanas tras ser operado de una grave oclusión intestinal.

El líder ultraderechista de 70 años abandonó el Hospital DF Star de Brasilia y saludó a un grupo de simpatizantes que se acercaron a la puerta de la clínica privada, donde ha estado ingresado desde la noche del 12 de abril.

“Vuelvo a casa renovado”, afirmó en sus redes sociales cuando este domingo anunció que recibiría el alta hospitalaria.

En los últimos días, Bolsonaro había presentado una evolución positiva de la intervención, “sin dolores, ni fiebre” y “con la presión arterial bajo control”, según el parte médico del sábado.

Además se le suspendió la alimentación vía intravenosa ante la “buena aceptación de la dieta pastosa” por vía oral.

Bolsonaro, que gobernó Brasil entre 2019 y 2022, fue intervenido quirúrgicamente del intestino el 13 de abril, dos días después de manifestar intensos dolores durante un acto político en la ciudad de Natal.

Con esta última operación, el expresidente ya ha pasado siete veces por el quirófano para corregir problemas digestivos desde que en 2018 fue apuñalado en el abdomen por un enfermo mental, durante un mitin celebrado en la ciudad de Juiz de Fora, en plena campaña para las elecciones de ese año.

La cirugía del pasado 13 de abril duró aproximadamente 12 horas, fue la más compleja a la que se ha sometido desde la puñalada y sirvió para desobstruir el intestino y reconstruir la pared abdominal, según sus médicos.

El exmandatario adelantó este domingo que pretende asistir a la manifestación que tendrá lugar el próximo miércoles en la capital brasileña a favor de una ley de amnistía para los condenados por la asonada golpista del 8 de enero de 2023.

Bolsonaro será juzgado por el Tribunal Supremo bajo la acusación de liderar un intento de golpe de Estado para tratar de mantenerse en el poder tras perder las elecciones de 2022 frente al actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.

La Fiscalía sostiene que la última tentativa de la trama ocurrió el 8 de enero de 2023, cuando miles de simpatizantes de extrema derecha asaltaron las sedes de la Presidencia, el Supremo y el Congreso con el objetivo de forzar una intervención militar y derrocar a Lula, que había asumido una semana antes.

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