Internacional

Un papa filipino impulsaría vocaciones sacerdotales en bastión católico de Asia

El cardenal filipino Luis Antonio Tagle es uno de los favoritos para convertirse en papa.

El cardenal filipino Luis Antonion Tagle es uno de los favoritos para ser el nuevo papa. (Photo by Riccardo De Luca/Anadolu Agency via Getty Images)

El cardenal filipino Luis Antonion Tagle es uno de los favoritos para ser el nuevo papa. (Photo by Riccardo De Luca/Anadolu Agency via Getty Images) / Anadolu

Un cardenal filipino figura entre los favoritos para suceder a Francisco como nuevo papa, en momentos que la iglesia en el país más católico de Asia enfrenta un declive en las vocaciones sacerdotales.

“Según las estadísticas que tenemos (...) cada sacerdote atiende a unos 9.000 católicos”, comentó esta semana John Alfred Rabena, canciller del Seminario Central de la Universidad de Santo Tomás, el más antiguo de Filipinas.

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Es una situación que provoca el “agotamiento” entre el clero, comentó durante una visita a la sede del seminario en el campus de la Universidad de Santo Tomás.

El cardenal filipino Luis Antonio Tagle es uno de los favoritos para convertirse en papa, y otro filipino, el cardenal Pablo Virgilio David, emergió como candidato de última hora.

Aunque se les advirtió que no deben hacer campaña por sus compatriotas, padres filipinos dijeron que creen que un papa de su país podría inspirar un repunte en las vocaciones.

El padre Robert Reyes, un conocido sacerdote activista, dice que alertó sobre la situación cuando fue director vocacional de la Conferencia de los Obispos Católicos de Filipinas (COCF) de 1987 a 1998.

Yo ya advertí a los obispos que había señales obvias de un declive en las vocaciones, y ¿cuántos años han pasado?”, preguntó.

La COCF dice que no lleva cifras, pero la iglesia filipina estableció en noviembre el primer Mes Nacional de Concienciación Vocacional, con el fin de “abordar la necesidad crítica de más sacerdotes en la nación”.

Confianza rota

El padre Jerome Secillano, portavoz de la COCF, reconoce que no hay ningún secreto en esa necesidad.

Citó los escándalos de abusos sexuales que golpearon a la iglesia mundial a inicios de los años 2000.

“Fue entonces que comenzó a declinar el ingreso al seminario. Todavía estamos sintiendo el impacto”, aseguró.

Secillano cree que el ascenso de un papa filipino traerá una explosión de alegría y orgullo, aunque duda que sea suficiente.

No sé si un papa filipino restaurará inmediatamente la confianza rota”, admitió.

Otros dijeron que hay otros factores en el declive vocacional, como los cambios culturales que hacen más difícil alcanzar a los jóvenes del país.

También se debe a que los jóvenes están muy expuestos al mundo secular, con viajes, con internet y redes sociales”, explicó Reyes.

El seminarista Neil Pena, de 27 años, comentó a AFP que cree que un posible papa filipino innegablemente afianzará la fe entre sus compatriotas.

Un papa que hable filipino, en filipino sencillo, hablando como si te hablase directamente a ti (...) será una inspiración”, afirmó.

Rabena, el canciller del seminario, recordó que su propia decisión de unirse al clero fue motivada por la visita del papa Francisco a Filipinas en 2015.

Arvin Eballo, un profesor de teología de la Universidad de Santo Tomás, señaló que hubo una época en que casi todas las familias aspiraban a tener un hijo sacerdote.

“Creían que era una bendición de Dios”, sostuvo.

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