Buscan apoyo global para evitar la desaparición del oso andino
La CAR y el PNUD firmaron una alianza con países donantes para financiar la protección del corredor ecológico que abastece de agua al 80 % de Bogotá y enfrenta amenazas por deforestación y cambio climático.

Oso de anteojos. Foto: Getty Images. / ©Juan Carlos Vindas
Los páramos de Colombia están en alerta. Además de ser el hábitat del oso andino (oso de anteojos), especie símbolo de los Andes, estos ecosistemas enfrentan una creciente presión por la deforestación, el cambio climático y la expansión agrícola.
En respuesta, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sellaron una alianza con Alemania, Reino Unido, Canadá y Noruega para movilizar recursos que permitan su conservación.
El anuncio se hizo desde Guatavita, en la reserva forestal Laguna del Cacique, donde se presentó el proyecto Corredor del Agua y el Oso Andino. La estrategia busca proteger el complejo de páramos de Chingaza, que abastece de agua al 80 % de Bogotá, a Villavicencio, al departamento de Boyacá y a otros municipios de la sabana.
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“El complejo de Chingaza soporta el 13 % de la capacidad hidroeléctrica del país”, advirtió la CAR, que propone la creación de un fondo especial para la restauración de estos ecosistemas. La región, con más de 111 mil hectáreas distribuidas en 28 municipios, alberga también especies en peligro como el puma, el venado de páramo y la rana arlequín.
La iniciativa hace parte de BIOFIN, un programa del PNUD que promueve mecanismos financieros sostenibles como pagos por servicios ambientales, créditos de biodiversidad y bancos de hábitat, con el fin de involucrar a comunidades, empresas y gobiernos en la protección ambiental.