Familiares del hombre asesinado, quien habría pagado por rescate de Lyan Hortúa, piden protección
El personero de Cali, Gerardo Mendoza, aseguró que no conoció sobre el pago de una suma de dinero por la liberación del menor.

Familiares del hombre asesinado, quien habría pagado por rescate de Lyan Hortúa, piden protección
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Foto: Suministrada
En entrevista con La W, el personero de Cali, Gerardo Mendoza, confirmó que ha recibido solicitudes de apoyo y protección por parte de los familiares de Antonio Cuadros, el hombre asesinado en el barrio Bretaña y quien, según versiones de allegados, habría entregado el dinero exigido por el grupo criminal que secuestró al niño Lyan Hortúa en zona rural de Jamundí.
“Su madre, su familia me pide seguridad, dicen que están expuestos y se puede presentar un nuevo homicidio”, afirmó Mendoza, quien explicó que incluso le pidieron ayuda para agilizar el proceso de entrega del cuerpo ante Medicina Legal.
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Mendoza, quien acompañó de cerca el proceso por la libertad del menor, afirmó haber conocido a la víctima durante las jornadas de movilización en las que se exigía el retorno y el respeto por el niño.
“Conocí a Antonio Cuadros, con quien levanté mi voz exigiendo libertad para Lyan, y cuando vemos que comprometió su vida, eso es doloroso”, aseguró.
Frente a las versiones de un presunto pago de cuatro mil millones de pesos por la libertad del menor, el personero insistió en que nunca fue informado de un intercambio económico.
“Cuando llego a darle las condolencias a su señora madre, escucho a los familiares decir que fue Antonio Cuadros quien entregó el dinero. Que sean las autoridades las que esclarezcan lo propio”, agregó.
El funcionario también se refirió a los temores que ha expresado la familia de Lyan. Según indicó, ha conversado con la madre del menor, Angie Bonilla, quien manifestó que no se sienten seguros y estarían considerando salir del país.
Mendoza recordó que todo el proceso se dio en medio de una exigencia colectiva por la libertad de un niño y reiteró que como personero su labor fue garantizar los derechos fundamentales, sin mediar ni avalar ninguna transacción económica. “Un delito no se canjea por otro. Me opuse rotundamente a otros elementos alternativo de ilegalidad para la liberación de Lyan”, puntualizó.