
Victoria Gómez, emprendedora de Chocó Tierra Mía. | Foto: Cortesía
Chocó Tierra Mía: joyas que cuentan historias, orgullo que se lleva puesto
Desde Quibdó, Victoria Gómez, conocida como ‘Vicky Town’, transforma la riqueza cultural del Chocó en joyería artesanal que visibiliza su territorio y reivindica la identidad afro.
Desde el diseño gráfico hasta la joyería artesanal, Victoria Gómez, empresaria chocoana, recorre un camino de creación y resistencia para cambiar la narrativa que pesa sobre el Chocó.
Lo hizo desde una convicción nacida en la universidad, cuando se enfrentó a estereotipos que retrataban a su tierra natal como un lugar aislado del desarrollo. “Me preguntaban si allá había universidades o si todo el tiempo vivíamos en short”, recuerda.
Fue un artículo titulado “El infierno queda en Colombia” —que a su vez es una respuesta crítica y sarcástica dirigida a Felipe Zuleta Lleras, quien escribió sobre el Chocó desde una perspectiva externa y desinformada—, el que la llevó a tomar la decisión de cambiar el relato.
“Entonces pensé que sí podíamos cambiar la narrativa. Por eso decidí mostrar lo bueno que yo conozco del Chocó. Lo malo todo el mundo lo tiene claro, pero lo bueno hacía falta visibilizarlo. Y lo hice a través de lo que siempre me ha apasionado, los accesorios”, relata la emprendedora, conocida en el departamento como ‘Vicky Town’.
Así nació Chocó Tierra Mía, una marca de joyería artesanal, que funciona de forma 100 % virtual dedicada a visibilizar la riqueza cultural afro y resaltar al departamento a través de accesorios artesanales.

Accesorios artesanales hechos a mano por mujeres afro e indígenas que celebran la riqueza cultural del Chocó. | Foto: Cortesía - Chocó Tierra Mía
“Mientras estudiaba diseño gráfico sentí que podía plasmar todas esas ideas que tenía a través de los accesorios”, cuenta.
Con esa convicción como punto de partida, y con solo $50.000 pesos en el bolsillo, un diseño inicial en metacrilato y la idea clara de que los accesorios podían ser una herramienta de memoria y orgullo, Victoria inició un emprendimiento que hoy carga un fuerte significado.
Cada pieza —como los aretes en forma del croquis del Chocó— es un símbolo de identidad. No solo representan la geografía del territorio, sino también su creatividad, resistencia y cultura viva.
Detrás de cada diseño están las manos de cinco mujeres afro e indígenas locales, incluidas las de su fundadora. Son artesanas que fueron integrándose a la iniciativa de forma orgánica y que, además de encontrar en el emprendimiento un camino a la independencia económica, hoy visibilizan tanto el arte como el liderazgo femenino que desafía los estigmas y dignifica la historia del territorio.
“Lo que buscamos es ser un reflejo de nuestra historia, de nuestros conocimientos y de todas esas cosas que se han ido quedando en el olvido. Tratamos de rescatarlas, darles un toque moderno y que sean muy utilizables en cualquier situación”, explica Victoria.
Ya que no cuenta con un punto físico propio, la marca ha optado por un modelo colaborativo: trabajan con socios en el departamento que ya tienen vitrinas establecidas, donde se exhiben sus productos. “La idea también es hacer eso en varias ciudades del país, apoyarnos en aliados que ya tengan sus puntos físicos y ahí montar una exhibición de los productos”, afirma.
Victoria también hace parte del colectivo ExpoEmprende, una red que ha reunido a más de 60 emprendedores del Chocó, generando conexiones que fortalecen la economía local y promueven el liderazgo de mujeres en el territorio.
“Si lo malo del Chocó todo el mundo lo conoce, lo bueno también merece tener vitrina”, insiste. Con cada accesorio, con cada historia compartida, con cada mujer que transforma su arte en identidad, esa vitrina se abre un poco más.