“Vamos perdiendo la posibilidad de avanzar en la paz”: consejero de paz por caída de decreto

La reciente decisión de la Corte Constitucional de tumbar el Decreto 131, expedido en el marco del estado de conmoción interior en el Catatumbo, ha generado preocupación en Norte de Santander. Este decreto buscaba agilizar la ejecución de proyectos financiados con recursos del Sistema General de Regalías para atender la grave crisis humanitaria en la región.

Luis Fernando Niño, consejero de paz de Norte de Santander, habló en entrevista con W Fin de Semana sobre las implicaciones de la decisión judicial, la situación crítica del Catatumbo y los retos que enfrenta su labor.

“Son 139 días desde que inició el combate entre el ELN y las disidencias de las Farc, 139 días que ha dejado un saldo de aproximadamente 148 muertos oficiales”, afirmó Niño, resaltando la dimensión del conflicto. A estos se suman más de 54.000 personas desplazadas y 39.000 confinadas, en lo que calificó como una de las crisis más graves que ha vivido la región.

El Decreto 131, ahora anulado por “vicios de forma” al no estar firmado por todos los ministros, abría la puerta a una inversión directa de 2,7 billones de pesos.

Según Niño, ese dinero estaba destinado a frentes clave: seguridad, atención alimentaria, protección de líderes sociales y sustitución de cultivos ilícitos, entre otros. “La gente está esperanzada en que llegue el desarrollo, el progreso”, lamentó tras la caída del decreto.

Para el consejero, el retorno de los desplazados no es señal de que haya vuelto la normalidad. “Los desplazados están regresando a las mismas fincas sin agua, sin luz, con coca y sin seguridad. Eso no es normal”, dijo. A esto se suma una grave crisis educativa: “143 profesores amenazados y más de 150 aulas de clase sin docentes”.

Niño también se refirió a la zona de ubicación temporal en Tibú, decretada por el Gobierno el 23 de mayo, donde miembros del bloque Magdalena Medio y el Frente 33 de las Farc deben avanzar en su tránsito a la vida civil.

Aunque afirmó que el Estado tiene presencia allí, advirtió sobre tres desafíos principales: el marco jurídico para reincidentes, las órdenes de extradición vigentes, y la seguridad tanto de los excombatientes como de la población civil.

La seguridad, de hecho, es uno de los temas más alarmantes. Según Niño, los enfrentamientos ahora utilizan drones artesanales cargados con explosivos. “Las últimas víctimas, todos menores de edad, un niño de 12 años destrozado por explosivos que les cayeron del cielo”.

Al ser consultado por el mayor logro de su Consejería, el consejero no dudó en decir que es: “Salvar vidas”. Destacó su participación en operaciones de rescate de personas secuestradas o en riesgo inminente, incluyendo niños. “Llegábamos con los helicópteros, se bajaban de los árboles y se montaban. Eso queda para uno”.

Finalmente, insistió en que, aunque el decreto haya caído, el Pacto Catatumbo sigue vigente dentro del Plan Nacional de Desarrollo. “Llámese universidad del Catatumbo, vías, hospitales, eso tiene que andar”, aseguró.