‘Pipe Tuluá’, jefe de La Inmaculada, será extraditado: Inpec confirmó su salida de La Picota

Andrés Felipe Marín Silva, alias ‘Pipe Tuluá’, señalado cabecilla de la estructura criminal La Inmaculada, fue trasladado en la madrugada de este miércoles 4 de junio desde la cárcel La Picota de Bogotá, según confirmó el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).

Actualmente, ‘Pipe Tuluá’ permanece en la estación de Policía de Los Mártires, en el centro de la capital, mientras se concreta su extradición a Estados Unidos, país que lo requiere por delitos presuntamente relacionados con el narcotráfico.

El operativo de traslado se llevó a cabo bajo estrictas medidas de seguridad debido al perfil criminal de Marín Silva y su rol como uno de los principales líderes de La Inmaculada, banda con injerencia en el Valle del Cauca.

Fuentes del Inpec confirmaron que, hacia las 6:00 de la mañana de este miércoles 4 de junio, un fuerte dispositivo de la Policía Nacional ingresó a la cárcel La Picota, ubicada en la localidad de Usme, al sur de Bogotá.

Los uniformados se dirigieron al pabellón 31 del penal, donde custodiaron a ‘Pipe Tuluá’ hasta el punto en el que lo esperaba un helicóptero dispuesto para su traslado, con el fin de garantizar la seguridad del operativo.

También se conoció que otros miembros de la banda criminal La Inmaculada fueron trasladados a diferentes centros de reclusión del país.

Cabe recordar que el pasado 23 de mayo de 2024, ‘Pipe Tuluá’ ofreció una entrevista exclusiva a Julio Sánchez Cristo en W Radio.

En esa conversación, el jefe de la estructura criminal reconoció que es el responsable de lo que ocurra con el alcalde de Tuluá, Gustavo Vélez.

“Él sabe que soy yo el que lo tiene allá. En varias ocasiones le he dicho que hablemos: ‘señor, yo quiero que nos den una oportunidad para la paz’”, señaló.

Al preguntársele sobre si ordenó la muerte del alcalde de Tuluá, alias ‘Pipe Tuluá’ respondió que sí.

Sobre cómo levantaría esa orden de asesinar al alcalde de Tuluá, Marín respondió: “Sentarme a hablar con él, no. El problema es directo entre nosotros dos. Primero necesitaría que alguien de una mesa de paz nos acepte”.

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