Atentados a cárceles y ataque a dragoneante del Inpec encienden alertas sobre seguridad penitenciaria
El más reciente atentado dejó gravemente herido a un dragoneante en Villavicencio, mientras en el Valle se registraron ataques en tres cárceles sin víctimas fatales.
Uniformado del INPEC. Foto: Colprensa.
La seguidilla de ataques contra funcionarios y establecimientos del Inpec reavivó la preocupación por la vulnerabilidad del sistema penitenciario en Colombia. El más reciente atentado dejó gravemente herido a un dragoneante en Villavicencio, mientras en el Valle se registraron ataques en tres cárceles sin víctimas fatales.
El dragoneante Jonathan Stevens Villamil Padilla permanece con pronóstico reservado tras ser víctima de un atentado en Villavicencio. Mientras tanto, el Inpec denunció ataques simultáneos contra cárceles en tres municipios del Valle del Cauca.
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El director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), coronel Daniel Gutiérrez, rechazó de manera enfática los atentados perpetrados por estructuras criminales contra los establecimientos de reclusión en Cali, Buga y Tuluá, en el departamento del Valle del Cauca.
Aunque los hechos no dejaron víctimas fatales, la entidad advirtió que estos ataques no solo comprometen la seguridad institucional, sino que ponen en grave riesgo la vida de sus funcionarios, la población privada de la libertad (PPL) y sus familias.
“Nuestros funcionarios cumplen una labor silenciosa y vital para el tejido social; resguardar a quienes hoy cumplen una condena, pero también acompañar su proceso de transformación”, señaló el Inpec. Y agregó: “No se trata solo de custodiar cuerpos, sino de cuidar caminos de cambio”.
El organismo penitenciario insistió en que su enfoque busca la resocialización, no solo mediante custodia, sino a través de programas como Buena Esa, que vinculan a los internos con el trabajo social comunitario.
“Este esfuerzo no solo busca reparar el daño, sino resignificar la función de los Establecimientos de Reclusión del Orden Nacional como escenarios de reconstrucción personal y colectiva”, se indicó en el comunicado.
El director del Inpec pidió apoyo y solidaridad de las autoridades locales y de la ciudadanía: “Porque detrás de cada uniforme hay un ser humano que arriesga su vida por cumplir un mandato constitucional. Y detrás de cada PPL, hay una historia que aún puede cambiar”.
La entidad también subrayó que el sistema penitenciario no puede ser visto como un mundo aparte, pues “lo que ocurre al interior de las cárceles refleja las fracturas sociales que debemos sanar como país”.
Finalmente, el director del Inpec hizo un llamado a proteger a quienes cuidan y garantizan la seguridad penitenciaria: “No es solo un asunto de rejas y vigilancia, sino de compromiso social y justicia restaurativa”.
