Latinoamérica en el laberinto del populismo, la desigualdad y el desafío del desarrollo
Durante el Festival del Pensamiento, panelistas advirtieron sobre los riesgos de la estatización, la polarización ideológica y la pérdida de rumbo en América Latina.

Los panelistas coincidieron en la necesidad urgente de un liderazgo firme, capaz de unir a la sociedad alrededor de causas comunes. Se propuso construir un gran acuerdo nacional que permita superar las divisiones ideológicas y recuperar el rumbo. | Foto: W Radio
En el marco del Festival del Pensamiento, la conversación sobre el rumbo de Latinoamérica estuvo marcada por un tono crítico pero propositivo, alrededor de los grandes desafíos que enfrenta la región: populismo, estancamiento económico, desigualdad estructural y falta de visión a largo plazo.
Para dicha conversación, Prisa Media reunió a tres figuras clave del liderazgo económico y académico colombiano: Juan Carlos Mora (presidente de Bancolombia), Bruce Mac Master (presidente de la ANDI) y José Manuel Restrepo (rector de la Universidad EIA).
Los tres coincidieron en que populismo, sustentado en la mentira, el mesianismo y la manipulación de los miedos ciudadanos, ha deteriorado los sistemas democráticos. Restrepo lo describió como una “necrofilia política”, que se caracteriza por romper reglas, despreciar la institucionalidad, estatizar la economía y erosionar el mérito y los valores éticos; este, según el rector, ha generado una peligrosa inversión de valores.
Para Mac Master, América Latina es un continente “alejado, resignado y sin estrategia”, con democracias frágiles que no terminan de consolidarse. En este sentido, lamentó la falta de planificación a largo plazo y la ausencia de un rumbo claro: “Nos hemos dedicado a pelear por el poder, mientras descuidamos lo verdaderamente importante: la equidad, el desarrollo productivo y el futuro ambiental del país”.
Mora, por su parte, destacó el contraste entre la visión empresarial —que suele tener planes a cinco o diez años— y la falta de esa misma visión en la política pública, marcada por ciclos cortos, polarización y agendas ideológicas.
Según los panelistas, la realidad nacional no es ajena al panorama que enfrenta el continente, aunque para el presidente de Bancolombia, “Colombia se ha puesto de acuerdo en lo fundamental, y ha logrado avanzar”, como ocurrió con el desarrollo del sistema financiero.

José Manuel Restrepo alertó sobre la gravedad de la inequidad en América Latina y su vínculo con la corrupción. | Foto: W Radio
Advierte Mora que, en los últimos años, el país ha estado marcado por la polarización, la fragmentación institucional y la falta de una política exterior coherente, a lo que le suma un preocupante retroceso en el reconocimiento del mérito, la inversión privada y el papel de las pequeñas y medianas empresas como motores del desarrollo.
La conversación también abordó problemáticas sociales estructurales, como, por ejemplo, los 20 millones de jóvenes en América Latina que ni estudian, ni trabajan, 2.7 millones de ellos en Colombia, según recordó Restrepo, calificando la cifra como un reflejo del deterioro profundo del tejido social.
Además, prevalece la desigualdad estructural, que sigue siendo tema de debate y conversación, ya que los tres panelistas coincidieron en que esta no solo es un problema económico, sino político y cultural, que requiere más que discursos: exige estrategia, acuerdos y liderazgo ético.
Como propuesta concreta, los panelistas plantearon la necesidad de construir un gran acuerdo nacional, basado en el bien común, que supere la inestabilidad que suponen los cambios de gobierno cada cuatro años, para así consolidar una hoja de ruta estable para el desarrollo. La clave, concluyeron, está en encontrar un equilibrio virtuoso entre lo público y lo privado: “Se necesita tanto Estado como sea necesario, pero tanta empresa como sea posible”, afirmó Restrepo.
Además, para los panelistas es necesario recuperar el valor del mérito, fortalecer la institucionalidad y fomentar una cultura de acuerdos que permita al país enfrentar los desafíos del siglo XXI con una visión compartida.
El llamado final fue a dejar atrás la “camorra permanente” y la resignación, para apostar por un liderazgo que combine carácter, ética y visión de futuro. En palabras de Mac Master: “No podemos seguir distrayéndonos con lo irrelevante mientras el mundo avanza sin nosotros”.