JEP y Unidad de Búsqueda reportan hallazgos forenses de posibles víctimas de desaparición en Cesar
La Unidad de Búsqueda y la JEP reportaron hallazgos forenses en la hacienda Bethania de El Copey, Cesar.

Los cuerpos y elementos asociados fueron trasladados al Instituto Nacional de Medicina Legal. Foto: Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD).
Luego de una intervención forense, la Unidad de Búsqueda y la JEP reportaron hallazgos forenses en la hacienda Bethania de El Copey, Cesar, que podrían estar relacionados con personas desaparecidas en el contexto del conflicto armado.
Estos hallazgos son el resultado de tres intervenciones forenses realizadas en septiembre de 2024, marzo y mayo de 2025 por equipos técnicos especializados, luego de las medidas cautelares decretadas por la JEP tras la negativa del propietario para permitir el ingreso de los expertos forenses.
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Luego de las intervenciones forenses en el terreno, se identificaron diversos hallazgos, entre ellos partes de prendas de vestir masculinas y femeninas, así como fragmentos óseos que, tras ser analizados mediante técnicas histológicas, fueron confirmados como de origen humano.
Cabe señalar que el año pasado el exjefe paramilitar del Bloque Tayrona, José del Carmen Gelvez, ‘El Canoso’, relacionó al empresario Carlos Mattos como uno de los presuntos responsables del asesinato de tres líderes indígenas de la comunidad Arhuaca en 1990.
Se trata de los líderes Ángel María Torres, Luis Napoleón Torres y Antonio Hugues Chaparro, quienes fueron ultimados en medio de señalamientos estigmatizantes de estar detrás del secuestro de integrantes de la familia Mattos como José Mattos, en alianza con la guerrilla, de acuerdo con el testimonio de ‘El Canoso’ ante la JEP.
Según ‘El Canoso’, previo a los hechos, asistió a una reunión en la oficina de Carlos Mattos en Valledupar (Cesar), en compañía de José Mattos, del supuesto para-empresario Alfonso Macías Vargas, de Adán Rojas líder del grupo paramilitar ‘Los Rojas’, y los tenientes Wilson Ramírez y uno de apellido Novoa, en la que Carlos Mattos responsabilizó a los Arhuacos por el secuestro de una hermana, y por ende, es la única razón por la cual se habría perseguido a los indígenas, porque no tenían más razones.