Los retos de la descentralización: autonomía fiscal y redistribución de competencias

En la tercera edición de Ruta Regiones: un desafío por la descentralización, de Prisa Media, representantes de Gobierno, académicos y empresarios se dieron cita en la capital del departamento de Santander para dar un mensaje claro: Colombia necesita con urgencia una transformación estructural de su modelo fiscal y territorial.

Para los panelistas, la descentralización no puede seguir siendo una promesa postergada; debe ser un proceso estratégico, planificado y sostenible.

La discusión giró en torno a tres temas clave: la reforma al Sistema General de Participaciones (SGP), la simplificación del sistema tributario y la autonomía fiscal real para los entes territoriales. En el centro estuvo la ley de competencias, que se espera sea discutida en el Congreso durante la próxima legislatura, y que busca establecer con claridad qué responsabilidades asumirán los municipios y departamentos frente a la nación.

En ese orden de ideas, participantes de la discusión advirtieron que, en un contexto de crisis fiscal y alto endeudamiento nacional, el éxito de este proceso dependerá de la existencia de coherencia entre competencias y recursos, así como de un acompañamiento técnico sostenido a los entes territoriales.

Descentralizar con sostenibilidad fiscal

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Aunque la nación ha aumentado significativamente las transferencias a los entes territoriales con la reforma al SGP, con un paso del 23 % del presupuesto nacional en 2012 al 39.5 % en 2024, esto no necesariamente representa un avance: según informó Didier Tavera, director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos (FND), con las diferentes reformas a la Constitución del 91, los departamentos han dejado de recibir 200 billones de pesos.

Para Mauricio Salazar, director del Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana, “el país enfrenta una crisis fiscal gigantesca. Es como si el jefe del hogar tuviera hipotecado el 60 % de su producción: no hay margen para errores”. Para el académico, la solución pasa por un rediseño estructural: “Hay que simplificar el sistema, avanzar hacia un impuesto nacional a la renta que permita formalizar la economía y asegurar justicia fiscal”.

En ese marco, uno de los mayores temores comentados durante el encuentro es el riesgo de una descentralización mal estructurada, donde se entreguen competencias sin los recursos adecuados, o se asignen recursos sin definir quién los ejecuta. Esta brecha, según los expertos, genera tensiones institucionales, desarticulación de políticas públicas y pérdida de legitimidad ante la ciudadanía.

Por eso mismo, se enfatizó en la necesidad de que la ley de competencias establezca con precisión los roles de los diferentes niveles de Gobierno, además de prever nuevas fuentes de financiación para los municipios y departamentos, especialmente en sectores estratégicos como educación, salud, agua potable y saneamiento básico.

Autonomía sí, pero con capacidades técnicas reales

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La heterogeneidad de capacidades entre los municipios del país fue otro de los temas de conversación. Mientras capitales como Medellín, Barranquilla o Bucaramanga han desarrollado estructuras técnicas robustas, cientos de municipios pequeños carecen de equipos, formación y herramientas para planear, ejecutar y supervisar proyectos de impacto.

Uno de los ejemplos más reiterados fue el del Programa de Alimentación Escolar (PAE), ya que, según advirtió el gobernador de Santander, Juvenal Díaz, los gobiernos locales deben cubrir más del 80 % de los costos del programa con recursos propios, pues el Gobierno Nacional destina recursos sin una coordinación adecuada. Esta situación genera desequilibrios financieros y limita la inversión en otras áreas prioritarias del desarrollo regional.

“Nos hablan de descentralización, pero seguimos esperando el poder real. Las regiones ya no piden favores, exigen herramientas para construir su desarrollo”, señaló Tavera, respaldando lo denunciado por Diaz: “Hoy tenemos responsabilidades en salud, educación y alimentación, pero sin recursos suficientes ni coordinación del Gobierno Nacional. El centralismo no solo es injusto, es ineficaz”.

A eso se suma la falta de criterios claros y equitativos en la distribución de recursos nacionales. Algo que, según los panelistas, reproduce desigualdades territoriales y profundiza la dependencia de las regiones frente al centro.

Planeación y acompañamiento

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En ese sentido, los asistentes coincidieron en que el éxito de la descentralización dependerá de una estrategia de acompañamiento técnico permanente por parte del Gobierno Nacional. Ello, entendiendo que califican como indispensable el fortalecimiento de las capacidades de los municipios más frágiles, especialmente en la formulación de estudios y diseños de proyectos, para evitar errores técnicos, obras inconclusas y riesgos de corrupción.

Para Ángela María Penagos, directora de la Oficina de la Cepal en Colombia, las regiones con mayor autonomía tienden a ser más competitivas, pues cuentan con mayor control sobre sus decisiones, atrayendo inversión con agilidad y respondiendo con eficacia a las demandas ciudadanas. Sin embargo, recalcó la necesidad de que esa autonomía esté acompañada de transparencia, rendición de cuentas y controles institucionales eficaces.

Lecciones desde Alemania

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Uno de los momentos más destacados del encuentro fue la presentación del modelo federal alemán, a cargo del exalcalde de Stochack, Rainer Stolz, quien explicó cómo la Constitución de 1952, apoyada en los principios de justicia y equilibrio democrático, permitió construir un sistema donde las comunas (municipios) ejecutan políticas públicas con autonomía funcional, aunque sin poder legislativo propio.

“La democracia fue el punto de partida; después de la Segunda Guerra Mundial, Alemania aprendió que el poder no puede estar en un solo lugar”, señaló. También explicó que el éxito económico de estas entidades no depende de las élites, sino de la colaboración entre todos los actores y de la confianza de la ciudadanía en sus representantes. “Es más fácil gobernar desde la cercanía, pero también se exige más responsabilidad”.

Con mecanismos de financiamiento mixtos —impuestos locales, participación en ingresos nacionales y tasas por servicios— y una estructura administrativa bien definida, las comunas alemanas representan un modelo de gestión pública eficiente, cercano al ciudadano y con altos niveles de legitimidad.

Un país construido desde las regiones

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El encuentro dejó un mensaje unificado: la descentralización debe ser un proceso estratégico, no una descarga improvisada de responsabilidades. Para los expertos, la reforma tributaria, el rediseño del SGP y la ley de competencias deben estar articulados bajo un mismo horizonte: construir un Estado más equitativo, eficiente y democrático desde sus territorios.