El pasado sábado, el presidente Petro realizó un evento público en Medellín. Sin embargo, se desató una polémica, pues en el lugar se encontraban algunos cabecillas de grupos armados de esa región, que están condenados.

El representante del Centro Democrático, Hernán Cadavid, calificó los hechos como un mensaje “desafiante” que el Gobierno le envió al departamento de Antioquia.

“Hay una gran diferencia entre que existan diálogos con esas estructuras, a llevarlos a un evento público con el presidente de la República”, dijo.

Añadió que “es una cuestión muy diferente dar una vocería a personas que se encuentran condenadas, a darles un micrófono para que den un discurso al lado del presidente del país”.

“Cualquier proceso de paz no les da la garantía para que hagan lo que hicieron”, dijo.

Así mismo, Cadavid resaltó que “el Gobierno fue a hacerle un desafío a Antioquia. No existe marco jurídico para darle beneficios a miembros de bandas criminales condenados”.

Insistió en la diferencia que hay entre conversar con esos miembros y, por otro lado, que se lleven a un espacio público para que den un discurso en contra de un mandatario, ya que algunos de ellos lanzaron pullas al alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez.

“Acá el tema no es si tenían autorización del presidente, hay que ver si la tenían del Inpec y cómo lo lograron. La discusión es la ofensa que recibió el pueblo antioqueño y el pueblo colombiano de ver a quienes tienen el control de la criminalidad en la región, echándole discursos al país”, contó.

“El Gobierno se ha dedicado a afectar la institucionalidad del país”, concluyó.

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