“La paz no la pueden seguir haciendo en Bogotá, no conocen la dinámica”: alias ‘Carlos Pesebre’

Freyner Alfonso Ramírez, conocido como alias ‘Carlos Pesebre’ y quien fue jefe de la Oficina de Envigado, habló en La W a propósito de la polémica por la presencia de varios jefes de estructuras armadas urbanas en un evento oficial del presidente Gustavo Petro celebrado en La Alpujarra, Medellín.

Este evento desató críticas desde distintas orillas políticas debido a que el mandatario compartió tarima con criminales que hicieron parte de estructuras armadas que operan en el Valle de Aburrá y quienes se encuentran recluidos en la cárcel de Itagüí.

‘Pesebre’, quien ha estado involucrado en actividades de narcotráfico, extorsión y asesinatos durante décadas en la ciudad de Medellín, recordó la desmovilización del Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), el primer grupo paramilitar en dejar las armas en el año 2003: “En ese tiempo, yo creo que el 70% de amigos míos que participaron de esa desmovilización y tuvieron oportunidades dejó la criminalidad”.

Según ‘Pesebre’, los miembros de su estructura “comenzaron como bandidos en las comunas, nos tocó todo hacer el ‘curso’ desde la guerra de Pablo Escobar”, ya que han recorrido “el camino de la delincuencia, la reinserción y la reincorporación para llegar aquí”. Por eso, agregó, cuentan con “suficiente experiencia” en otros procesos de paz en los que asegura que “el Gobierno y el estado son los que han incumplido, lo que ha hecho que se reciclen las violencias”.

En ese sentido, Ramírez advirtió que “no se trata solo de una entrega de armas o de muchachos”, pues la ciudad de Medellín lleva “cuatro décadas de violencia, bajo la guerra de carteles y milicias que la tuvo secuestrada por varios años”, recordando que no se podía salir de la ciudad después de las 6:00 de la tarde por el norte o el sur debido a las llamadas ‘pescas milagrosas’.

“Cuando no éramos líderes (de las estructuras), participamos de todas estas guerras. Eso nos da cierta autoridad para conocer los factores que nos inducen a la criminalidad, que se resumen en la ausencia del Estado. Los muchachos en las comunas creen en nosotros por eso, porque nos vieron crecer allá y, de alguna manera, cuando generamos ese impacto negativo como líderes, nos ganamos un ‘respeto’. Con base en eso es que se ha mantenido el proceso”, relató.

‘Pesebre’ agregó que el proceso de paz, desde el comienzo, ha “tenido todos los problemas del mundo” y el primero de ellos es porque ellos siguen en la cárcel, lo cual considera que “tiene demasiadas limitaciones”.

En segundo lugar, consideró que las personas temen que “esto se vuelva una delación o genere más polarización y no han querido que esto salga adelante”. Pero el principal problema, según alias ‘Pesebre’, es que “lo volvieron un tema electoral, tanto en las elecciones de alcalde y ahora lo están perfilando en las de presidente”.

“Las estructuras ejercen un control territorial que, a lo largo de estas décadas, lo han consolidado de guerra en guerra. El tema de la extorsión no es de las estructuras, es una herencia que dejaron las milicias (…) cuando se conquista un territorio, obviamente se conquista lo ilegal. Nosotros no queremos eso ni que salgan más muchachos como los menores de los recientes atentados”, sostuvo.

También reconoció que, si hay oportunidades, “la mayoría de los muchachos se van a salir de las estructuras porque (pertenecen a estas) debido a que no tienen más opción”. Agregó que “esos muchachos aguantan hambre”, pues se trata de niños entre 8 y 10 años que “viven solo con una abuelita que salía a vender confites”.

Por eso, recalcó: “¿Qué va a pasar con esos niños? ¿Cuándo se va a romper este ciclo de criminalidad?”.

¿Cómo lograr un proceso de desmovilización?

Sobre cómo lograr un proceso de desmovilización exitoso sin que el control territorial y las rentas ilegales lleguen a ser ocupadas por otra estructura criminal, ‘Pesebre’ recordó el periodo llamado informalmente ‘Donbernabilidad’, un acuerdo en el que alias ‘Don Berna’ era quien decidía si se cometían o no actos criminales.

“Ese en ese periodo no fue que hubiera acuerdos bajo la mesa o ilegales, fue uno de los periodos más prósperos que vivió Medellín. La ciudad sufrió después de las desmovilizaciones. Los muchachos de los barrios se fueron a limpiar quebradas, a pintar pasamanos y la Alcaldía y el Gobierno Nacional les tenía sueldo y contratos; esos tres años siguieron a varias décadas de mucha violencia. Desde ahí es que nosotros vemos que sí se puede organizar”, afirmó.

Actualmente, continuó Ramírez, existen dinámicas diferentes: “Las drogas duras degeneran un poco el pensamiento de los muchachos, pero sí los asistimos y vamos a los territorios”.

Además, sostuvo que “la paz no la pueden seguir haciendo en Bogotá”, pues se encarga de ella la “gente que no conoce las dinámicas de una comuna”.

“Para ustedes en Bogotá lo que conocen de esto es lo que la prensa dice y lo que los organismos de inteligencia pasan como reportes que, al final, están concentrados en cobrar recompensas”, resaltó.

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