Al Oído | “Sabemos quién le dice a los influencers de qué hablar, son mercenarios”: Gareth Sella

Propuesta del precandidato presidencial Gustavo Bolívar ha generado todo un debate y ha sido bien valorada, salvo por algunos influencers del mismo Pacto Histórico, que, tras su propuesta, ahora atacan al exdirector de Prosperidad Social, ¿del amor al odio?

El arte de desbaratar parece ser el fuerte del gobierno del cambio. En ese orden, quedan postales de la semana únicas como:

La renuncia irrevocable de Laura Sarabia y la nueva forma de demostrarnos el presidente que a él nadie le falta.

El presidente elegido con el sistema actual desconfía del sistema. Si es algo así como que el mismo presidente siembra una manta de dudas frente a su misma elección. De esa misma postal, desprende una narrativa con la que se lanzaron a mentir sobre que Thomas Greg & Sons cuenta los votos de las elecciones, lo cual es falso. Lo que hacen es la logística física de las elecciones en todo el país. No hace transmisión de datos.

Otra postal que nos deja esta semana fue lo visionario que es el presidente Petro: postea una foto de una obra en Estados Unidos diciendo que era una obra del Gobierno Nacional en Riohacha en La Guajira. Y tal vez sí, las obras de este gobierno son imaginarias.

Y la que no imaginamos ver, la propuesta de Gustavo Bolívar en la que le pide a influenciadores decir si les pagan o no por defender otras candidaturas del Pacto Histórico y hablar mal de otros candidatos.

Se han desatado peleas en distintos chats de estos influenciadores. La sorpresa de todo eso que tenemos a su oído, es que el ex viceministro de la Juventud del Ministerio de Igualdad y Equidad, Gareth Sella, sorprendió en su cuenta de X.

“La vida nos permitió estar tan adentro del Estado. Sabemos quién es la persona que le dice a unos y a otros influencers de qué hablar y de qué no. Se aprovecha amenazando con darles o quitarles campañas”, escribió.

Más adelante los llama “mercenarios” y finaliza diciendo “están donde les pagan, están desviados ideológicamente”.

Ojalá los entes disciplinarios enciendan las alarmas de esto porque, de ser así, son pagos con nuestros impuestos, y ojo, no puede ser que una estrategia sea generar ataques y hostigamiento a quienes no piensan igual ni viven como focas de este Gobierno.

Bueno en esta novela de influenciadores queda claro que del amor al odio solo hay un paso o tal vez un pago.