Cuenta regresiva para definir UPC 2026: llamado a acuerdo técnico y nuevas fuentes de financiación
El 30 de julio se revisará la UPC 2026. Afidro pide diálogo técnico, ajustes reales y financiación para enfrentar la crisis del sistema de salud.

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El próximo 30 de julio será clave para el futuro del sistema de salud. Diversos actores del sector se reunirán para discutir la actualización de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), el valor que reconoce el sistema por cada usuario para garantizar su atención. En medio de presiones financieras, aumentos en las peticiones ciudadanas y demoras en los tratamientos, distintas organizaciones coinciden en que el modelo actual requiere ajustes urgentes.
La Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (Afidro) advirtió que el cálculo actual de la UPC no refleja la realidad operativa del sistema. Señaló que el modelo no puede basarse únicamente en la inflación, pues esta no contempla factores como el envejecimiento de la población, los cambios epidemiológicos o la creciente demanda de servicios.
“La UPC no cubre el costo real de los servicios. Debemos avanzar hacia métodos más dinámicos y construir acuerdos basados en evidencia, eficiencia y trazabilidad”, afirmó Ignacio Gaitán, presidente del gremio.
De acuerdo con datos de la Contraloría General de la República, las peticiones, quejas y reclamos en el sistema pasaron de 1,3 millones en 2023 a 1,6 millones en 2024, lo que representa un aumento del 23 %. A su vez, la organización Retorno Vital ha documentado demoras de hasta 250 días en la entrega de medicamentos y hasta tres meses para la asignación de citas médicas.
La situación también impacta la operación de la industria. Según Afidro, la cartera total de sus afiliados alcanzó los 4,6 billones de pesos a finales de 2024. A ello se suman retrasos en los giros presupuestales, deficiencias en la gestión de recursos y altos niveles de desperdicio.
El gremio insiste en que garantizar la sostenibilidad del sistema requiere voluntad política, disposición al consenso y un enfoque técnico que anteponga el bienestar de los pacientes. La discusión del 30 de julio será una oportunidad para trazar una hoja de ruta que responda a los desafíos estructurales y asegure un modelo más equilibrado.