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Al Oído: excesos de Gustavo Petro e intoxicación moral de su Gobierno, legado que dejará el “cambio”

“Todos los chats revelados son reales y tengo más”: Day Vásquez teme por su vida y exige protección.

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Presidente Gustavo Petro. Foto: Presidencia

Arrancamos semana al oído de una turbulencia en la que no se sabe si tenemos piloto o si lo tenemos no sabemos en qué estado está.

La denuncia de la candidata presidencial Vicky Dávila no es menor, no es mentira.

Son los chats de Day Vásquez con Nicolás Petro, que adicional están en poder de la Fiscalía. Unos chats que, si bien hablan de la vida privada del presidente en el momento en que era candidato, dejan interrogantes abiertos.

A caso cada agenda cancelada, cada retraso en eventos, las intoxicaciones y la extraña manera en la que a veces se comunica el presidente desde mensajes abstractos, ¿responden a lo mismo mencionado en los mensajes?

Cada quien sabrá qué creer o cómo justificar lo sucedido, que por lo único que debe importar y no pasarse como una fotografía más en un paisaje que empieza a querer normalizar la falta de estatura para el cargo más importante del país, la cosa es sencilla así como un piloto no puede manejar en mal estado, o recién llegado de fiesta o cuando su salud mental no está bien, ni el médico entrar así a una sala de cirugía un presidente tampoco debería poder ejercer el cargo si no se encuentra bien, porque eso solo lleva a una cadena de errores, errores que nos están costando en todos los sectores y lo vemos en las diferentes crisis.

Hoy vemos una intoxicación moral del presidente en la que no se le da respeto al cargo que ostenta, en la que, a un año de finalizar su Gobierno solo tiene 57% de cumplimiento en el plan de desarrollo, un presidente que ha profundizado en un discurso en el que se ha sembrado más división, se ha profundizado en etiquetar al que piensa diferente y se ha querido normalizar lo que no se puede permitir.

Mientras es una incógnita saber qué pasa con el presidente, los problemas de país continúan, y si hay una intoxicación moral y una intoxicación cargada de irrespeto al ver cómo se hacen acuerdos con el dictador de Maduro, el retroceso en materia de seguridad en el país, en el Gobierno que se hablaba de la Colombia potencia de vida se conoció que al menos 82 defensores de derechos fueron asesinados durante el primer semestre de 2025.

Este ha sido un gobierno en el que solo por amiguismo, con ningún tipo de preparación, están llegando personas a cargos de viceministerios a jugar a las grandes señoras que dan órdenes y jugar a andar en helicópteros. Un gobierno en el que saltarse la ley ya es normal.

El mismo en el que usaron a una mujer para llegar a gobernar y luego como ya no la necesitaban, la dejaron de lado, casi que de adorno y sorprendentemente ahí, las supuestas feministas no dijeron nada o bueno sí, salieron atacarla.

Estamos ante un gobierno que llegó al poder creyendo que pueden gobernar sin controles, sin límites y por encima de todos. Desprecian las instituciones, ignoran las reglas y no permiten la crítica llevándola a una hoguera en la que el discurso es que todo es culpa de los periodistas. La buena noticia es que en Colombia somos más quienes creemos en la separación de poderes, en el respeto por las normas.

Esto para cerrar diciendo después de ver el libreteado video del hijo del presidente, Nicolás Petro, que no sorprende que niegue chats si él mismo negó lo que él mismo confesó, que pueden inventar lo que sea, pero realmente el país no es ciego, todos hemos sido testigos de la forma en la que el presidente gobierna, un presidente que pasará a la historia por la incoherencia del hombre que fue y en el que se convirtió. Un personaje tan irreconocible que hasta la primera dama se bajó del barco.

Por todo lo mencionado, que es de total gravedad, el Estado debe garantizar la seguridad de Day Vásquez. No puede ser que le hayan retirado su esquema de protección, ¿qué esperan que suceda?

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