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La historia secreta del mensaje de Estados Unidos al presidente Petro sobre la certificación

Se quedó sin respuesta una razón de la oficina del Asesor de Seguridad Nacional que habría evitado la descertificación.

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Gustavo Petro y oficial de la Policía. Fotos: Cortesía Presidencia / Suministrada

Esta es la historia de cómo el presidente Gustavo Petro tuvo la oportunidad de lograr la certificación de Estados Unidos en la lucha antinarcóticos. Y también es la crónica de una respuesta que nunca llegó. Se quedaron esperándola en una altísima dependencia de la Casa Blanca.

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Primero les voy a contar de dónde vino el mensaje y después la explicación de por qué tomó un camino tan inusual y accidentado.

El asesor de Seguridad Nacional es uno de los miembros más importantes del gobierno de Estados Unidos. Para hacernos una idea de su relevancia, quizás sea suficiente decir que en esa silla se han sentado entre otros Henry Kissinger, el general Collin Powell y Condoleeza Rice.

La Oficina del Asesor de Seguridad Nacional está situada en el ala oeste de la Casa Blanca. Es la puerta siguiente a la del vicepresidente de Estados Unidos JD Vance y está ubicada en la esquina opuesta a la mítica oficina oval: considerada el despacho más poderoso del mundo, el del presidente de los Estados Unidos.

El siguiente es el mapa oficial del ala oeste que marca con el número uno el espacio de trabajo del asesor de Seguridad Nacional. Por la proximidad al presidente se puede evaluar la importancia de esta dependencia.

El asesor de Seguridad Nacional es el consejero principal del presidente en asuntos estratégicos. Es uno de los cinco miembros del Consejo de Seguridad Nacional. Los otros cuatro son: el presidente de Estados Unidos, el vicepresidente, el secretario de Estado y el secretario de Defensa.

En la lista corta de prioridades de esa oficina, sin duda hay dos: China y el fentanilo. China porque su poderío militar, político y comercial es una preocupación de primer orden en Washington. Y el fentanilo porque es la droga que más muertes por sobredosis está causando en Estados Unidos, apenas el año pasado sobrepasó las 80.000 personas muertas.

China, además, de acuerdo con la información de las agencias estadounidenses, es el mayor productor de precursores químicos para la fabricación del fentanilo. Más del 90 por ciento de ese peligroso narcótico se produce en México con sustancia enviadas de China.

Desde mayo de este año, el asesor de Seguridad Nacional encargado, el jefe de la poderosa oficina de la que hablamos, es Marco Rubio, el mismo secretario de Estado.

Es decir, el secretario Rubio tiene dos de los cinco puestos en el Consejo de Seguridad Nacional, uno como canciller y otro como consejero de seguridad.

El primero de mayo Rubio llegó al cargo y ese mismo mes, apenas dos semanas después, el 14 de mayo, en medio de las tensiones que se vivieron entre Estados Unidos y Colombia por la deportación de migrantes colombianos indocumentados esposados, el presidente Gustavo Petro firmó con el gobierno de China un acuerdo de intención para que Colombia sea incluida en la Ruta de la Seda, una enorme iniciativa de comercio y creación de infraestructura que previsiblemente aumentará la influencia china en todo el planeta.

Las alarmas se encendieron en Washington D. C. porque las palabras China, Colombia y fentanilo empezaron a unirse en las conversaciones de los expertos en seguridad global.

Habitualmente, los temas relacionados con narcotráfico entre Estados Unidos y Colombia se tratan a través de la Embajada en Bogotá y especialmente de los delegados de una agencia federal llamada INL, el Buró de Asuntos Internacional de Narcóticos y Aplicación de la Ley.

Sin embargo, por una circunstancia inesperada se abrió un canal de comunicación distinto entre los dos gobiernos.

En junio, la Dirección Nacional de Inteligencia de Colombia, DNI, recibió informaciones según las cuales estaba en marcha un plan para atentar contra el presidente Gustavo Petro, relacionado con la supuesta junta del narcotráfico que funciona en Dubai.

Buscando cooperación de la inteligencia de Estados Unidos para establecer la real existencia y el alcance del plan criminal, la DNI acudió a un abogado –sobre quien, por cierto, pesan cuestionamientos en ese país–. A ese abogado le encomendaron conectarlos con quien les pudiera ayudar a corroborar la delicada información.

Fue así como llegaron a un cooperante de agencias federales quien vino a Bogotá para reunirse en la sede de la DNI con el director Jorge Arturo Lemus Montañez, un abogado y antiguo miembro de la guerrilla del M-19, y con César Ortiz, un mayor retirado de la Policía y ahora funcionario de la DNI, quien llevó la voz cantante en el encuentro porque aparentemente entiende más de inteligencia que su jefe.

Unas semanas después, el hombre les informó que con autorización del gobierno de Estados Unidos había contactado a Julio Lozano Pirateque, esmeraldero y exconvicto narcotraficante cobijado por regla 35 de Estados Unidos, es decir, que había cooperado con las agencias de ese país. Lozano Pirateque negó cualquier participación en un plan para matar al presidente.

Habían pasado unos días, ya en julio, el hombre que les había ayudado a contactar a Lozano Pirateque, regresó a Colombia. Citó a Jorge Lemus, director de la DNI, y al mayor retirado César Ortiz a una reunión en el noveno piso del Hotel JW Marriott de Bogotá.

Allí aseguró que era portador de un mensaje de la Oficina del asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos y les pidió que se lo hicieran llegar al presidente Gustavo Petro.

Les dijo que Colombia podía obtener la certificación de Estados Unidos si el presidente Petro se comprometía a cerrarle el paso a una serie de productos químicos que venían de China y que eran usados como precursores para la elaboración de fentanilo.

Inicialmente, el emisario envío un listado de aproximadamente 30 sustancias a través de un mensaje de texto. La afirmación palabras más o palabras menos fue: “La certificación de Colombia está en esta medida”.

El mayor Ortiz le hizo saber al emisario que su jefe, refiriéndose a Jorge Lamus, director de la DNI, requería un documento más formal con los nombres y características de los químicos para entregárselo al presidente.

Días después, en la primera semana de agosto, la lista fue enviada en un documento electrónico que ustedes pueden ver en la página de la W. Está titulada “Químicos regulados bajo la ley de sustancias controladas” y está actualizado a 31 de diciembre de 2024.

Cada una de las sustancias tiene una cifra llamada “Código químico de la DEA”. Además, están clasificadas en tres categorías: Reactivo, precursor o solvente.

La metadata del documento señala que fue realizado por la división de control de desvíos de la DEA.

Como, después del envío del listado pasaron 10 días y no había señales del gobierno de Colombia, el emisario llamó al mayor César Ortiz a preguntarle qué pasaba.

Según la fuente, con la que anoche hablamos el periodista Gerardo Reyes, director de Univisión Investiga, y yo, el exoficial de la Policía, aseguró en esa comunicación que aún no había respuesta del presidente Gustavo Petro.

Según conocedores de la agenda presidencial, cada lunes en la mañana el presidente Gustavo Petro se reúne con Jorge Lemus, director de la DNI.

En la segunda quincena de agosto, a más tardar, el señor Lemus debería haberle entregado el mensaje y el listado al jefe de Estado.

Sin embargo, cuando le pregunté al presidente Gustavo Petro, a través de un mensaje de texto, si había recibido la razón de la Oficina del Asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, me contestó:

No supe de esa reunión. Para mí no hay ningún problema en hacer esa prohibición si tengo los datos. Quiero prohibir hasta el mercurio. Y regular al máximo la gasolina”.

La respuesta es de este viernes a las 3:46 de la tarde. Horas después de la arenga callejera del presidente Petro en Nueva York y horas antes de que Estados Unidos anunciara la cancelación de la visa del mandatario.

Así las cosas, solo caben dos posibilidades, la mala y la peor:

  1. O el señor Jorge Lemus, jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia, DNI, no entregó el mensaje de la Oficina del asesor de Seguridad Nacional.
  2. O el presidente Gustavo Petro simplemente ignoró ese mensaje que le habría podido dar la certificación a Colombia.

Llevo cuatro días llamando y escribiéndole al señor Lamus para preguntarle si él sabe qué pasó. Hoy a las cuatro de la mañana finalmente me respondió un whatsapp diciéndome que lo podía llamar, pero cuando le marqué a las 6:38 de la mañana no respondió. Les contaré lo que me diga cuando hable con él.

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