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Álvaro Ashton señaló a Efraín Cepeda, Julio Gerlein y otros empresarios por paramilitarismo

El excongresista y confeso parapolítico además señaló que el ministro Armando Benedetti promovía artículos “fundamentales” para las AUC en la Ley de Justicia y Paz. Estos son los detalles.

Álvaro Ashton, Efraín Cepeda y Julio Gerlein. Fotos: Colprensa.

Álvaro Ashton, Efraín Cepeda y Julio Gerlein. Fotos: Colprensa.

El exsenador liberal Álvaro Ashton prendió el ventilador ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). En una extensa audiencia de aporte a la verdad, realizada los pasados 20 y 21 de febrero, Ashton reveló una serie de alianzas políticas, económicas y electorales entre dirigentes de la Costa Caribe, empresarios y estructuras paramilitares del Frente José Pablo Díaz del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

La Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la JEP decidió aceptar la continuidad de su sometimiento dentro del proceso que enfrenta por los delitos de concierto para delinquir agravado y cohecho, tras considerar que sus declaraciones aportan elementos relevantes para el esclarecimiento de la verdad regional.

Durante su intervención, Ashton confirmó la existencia de pactos entre sectores políticos y paramilitares que, bajo el mando de Édgar Ignacio Flórez Fierro, alias Don Antonio, y Carlos Mario García Ávila, comandante político de esa estructura, habrían operado en el Atlántico y el Magdalena. Según el excongresista, esos acuerdos facilitaron la cooptación de instituciones públicas, la manipulación de elecciones y el control político en municipios estratégicos del Caribe.

Uno de los apartes más sensibles de su testimonio se dio cuando mencionó al expresidente del Senado Efraín Cepeda Sarabia, al empresario Julio Gerlein y a otros dirigentes como David Char Navas, quienes, según Ashton, habrían tenido acercamientos o acuerdos indirectos con sectores apoyados por las AUC, especialmente en los municipios de Barranquilla y Soledad.

“Asumimos que todos, incluyéndome a mí, ayudábamos a que del presupuesto nacional se aprobaran partidas que terminaron financiando proyectos manejados por el Frente José Pablo Díaz con la Alcaldía de Barranquilla. Con esos recursos se nutrían para seguir delinquiendo en los demás municipios”, afirmó el exsenador ante los magistrados.

Ashton también mencionó a Mario Enrique Varón Olarte, Jaime Cervantes Várelo y Jorge Alberto Gerlein Echeverría, dentro de una lista de políticos y empresarios que habrían intervenido o facilitado esas alianzas.

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Además de los nombres anteriormente expuestos, el exsenador Ashton también mencionó en su confesión al actual ministro del Interior, Armando Benedetti, de quien dijo que era una de las personas que más promovía artículos, incluso salvándolos, en el marco del debate de la Ley de Justicia y Paz, que pudieran ser beneficiosos para las AUC.

“Era una de las personas que mayor promoción hacía de la aprobación de artículos y de apelación de artículos que habían sido negados y que eran fundamentales para las AUC, como el artículo que hablaba de la sedición y el de la alternatividad penal, que fueron negados en las comisiones primeras de Senado y Cámara, y fueron apelados por Benedetti […] en la Cámara”, dijo Ashton en audiencia.

De hecho, en el marco de sus relatos, el excongresista, procesado en su momento por Odebrecht, aseguró que dentro de la cooptación de la Alcaldía de Barranquilla por medio del Frente José Pablo Díaz, contó con la candidatura del exalcalde Guillermo Hoenisberg Bornacelly y su jefe de Planeación, José Pérez Orozco. También señaló como uno de los promotores de las AUC al empresario y constructor fallecido en 2023, David Name Terán, dueño de la constructora Condesa S.A.

“La exalcaldesa de Soledad, Rosa Stella Ibáñez, y su secretario de Educación, Alfredo Noya Zabaleta, implicados en desvío de recursos públicos. Y a los excongresistas Álvaro Araujo Castro y Tarquino Pacheco Camargo, vinculados en alianzas políticas con paramilitares”, fueron otros de los nombres que Álvaro Ashton le entregó a la JEP y por los cuales fueron compulsadas copias ante la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia.

Asimismo, Ashton señaló que la reforma política impulsada en 2003 tuvo también la finalidad de dividir los partidos políticos para generar unas colectividades de garaje, como Colombia Democrática, Alas Equipo Colombia y Colombia Democrática, en las cuales se pudiera incluir a los candidatos que eran avalados por el paramilitarismo.

“Todos los partidos que se organizaron a raíz de la reforma constitucional de 2003 eran justamente para ir orientando el propósito fundamental de las autodefensas, que era el de la refundación del país, de tomarse desde arriba el poder”, dijo Ashton. Y mencionó la influencia de Óscar Darío Pérez Pineda, Óscar Alberto Arboleda Palacio y Jorge de Jesús Castro Pacheco en esta dinámica, acotó la JEP.

Por el lado de los empresarios, muchos de ellos en libertad y a quienes nunca la justicia persiguió, como señaló Gerlein, en su confesión mencionó a prominentes hombres de negocios como Edgardo Navarro Vives, Edgardo Osorio Vargas y el megacontratista Javier Haddad. También en ese grupo incluyó al exalcalde de Barranquilla Juan García Estrada.

“Los testimonios de Ashton sugieren que varios de estos dirigentes, aunque no fueron judicializados o hoy gozan de libertad, mantuvieron relaciones de cooperación política, intercambio de apoyos o silencios estratégicos que facilitaron la penetración del paramilitarismo en la política regional”, afirmó.

Según el relato del exsenador Álvaro Ashton, ni la logia masónica estuvo al margen del paramilitarismo. De acuerdo con lo que relató, el constructor David Name Terán formó la Logia Masónica Colombiana, ubicada en el barrio Villa Santos de Barranquilla, de la cual era miembro y directivo el excomandante paramilitar Édgar Fierro Flórez, Don Antonio, hombre cercano a Jorge 40.

Allí, por ejemplo, señaló al excomandante de las Fuerzas Militares, general (r) Freddy Padilla de León, como uno de los miembros de una logia que funcionaba como centro de pensamiento para favorecer la expansión de los paramilitares tras su penetración en Barranquilla y el Atlántico.

“…este inició la logia con Édgar Ignacio Flórez Fierro, alias Don Antonio, Carlos Mario García Ávila, Humberto Caiafa, Hernando Tapias, comandante del Ejército Nacional, Freddy Padilla de León, comandante de la Segunda Brigada, y Jesús Orlando Barón, comandante del Gaula 94. Allí confluían dirigentes políticos, militares y paramilitares, precisamente para diseñar una estrategia macrocriminal que se implementó”, señaló.

“El compareciente también hizo referencia a funcionarios del Gaula Militar, como el mayor Jesús Orlando Barón, y a la infiltración de las estructuras armadas en instituciones como la Universidad del Atlántico, el Hospital Materno Infantil de Soledad y la empresa Triple A, todas utilizadas para obtener control político, contratos y legitimación social. ‘Hoy (…) la Universidad del Atlántico está padeciendo esas consecuencias gravísimas que generó la complicidad que tuvimos con esas organizaciones al margen de la ley’, dijo Ashton.”

Tras esta andanada de nombres, en una extensa lista, el exsenador y varón político de Barranquilla pidió perdón a las víctimas y expresó su arrepentimiento por haber ayudado a la expansión del paramilitarismo en la capital del Atlántico. “Tengo que reconocer, nuevamente, mi responsabilidad personal y política. Y no fue indirectamente, fue conscientemente; yo ratifico que fue una decisión deliberada mía”, se lee.

Los nombres del expresidente del Senado, Efraín Cepeda, y de los demás políticos, empresarios y funcionarios públicos fueron compulsados a la Fiscalía y a la Corte Suprema de Justicia para que sean investigados.

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