Personas se reúnen en la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv ante el inminente regreso de los secuestrados
El regreso de los secuestrados se espera a lo largo de la madrugada de este lunes, según informó la Oficina del primer ministro israelí.

Plaza de los rehenes. Foto: Steve Taylor/SOPA Images/LightRocket via Getty Images. / SOPA Images
Cientos de personas acuden este domingo a la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv, que contiene el aliento ante el regreso inminente de los secuestrados por parte de Hamás, que se espera tendrá lugar a lo largo de la madrugada del lunes 13 de octubre.
“Hemos venido porque sentimos que este es el lugar donde hay que estar. Es mucho mejor que estar absortos con lo que publican en internet”, sonríe Rut, una madre israelí mientras sujeta a uno de sus cinco hijos, con los que ha acudido a prestar su apoyo.
La conocida como Plaza de los Rehenes de Tel Aviv, donde las familias de los secuestrados y asesinados por Hamás instauraron su cuartel operativo en las primeras semanas que siguieron a la tragedia del 7 de octubre de 2023, se llena de banderas estadounidenses en la que todos esperan sea la última noche de espera agónica.
El contador, que suma los segundos desde que los 250 rehenes fueran secuestrados, subraya con sus cifras rojas la cuenta atrás que tiene al país en vilo: el regreso de los 48 secuestrados que continúan en manos de las milicias, que se ha anunciado tendrá lugar antes del mediodía de mañana. De ellos, se estima que solo 20 continúan con vida.
“Decir que estoy emocionada es la mejor palabra a la que puedo recurrir para describir como me encuentro”, continúa Rut.
“Emocionada, porque es una palabra que incluye todo el abanico posible de sensaciones: alegría, tensión, euforia, dolor, esperanza, duelo, sospecha... Vienen todas juntas”, agregó.
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Un abanico de contrastes que se ve reflejado en la propia explanada, en la que hoy, a diferencia de los últimos dos años, se observan asistentes de sectores judíos, religiosos y ultra-ortodoxos que celebran con bailes la coincidencia del acontecimiento con la fiesta judía de los Tabernáculos.
Emociones encontradas
Celebraciones empañadas por enfrentamientos entre asistentes, algunos de los cuales acuden con banderas que describen al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, como un héroe nacional para disgusto de los representantes de las familias, quienes han criticado duramente al mandatario desde el inicio de la guerra.
A pocos metros, un grupo de personas ignora completamente las discusiones. Las gafas y cascos de realidad virtual que les han colocado los voluntarios les impiden estar presentes en cualquier cosa que no sea la recreación hiperrealista de los testimonios que algunos de los secuestrados liberados compartieron acerca de su cautiverio y que ven a través de ellas.
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“Allá donde estemos”, insiste Arnon, uno de los voluntarios, “debemos mantener presente el sufrimiento de los rehenes. Son personas, no solo números”.
Pero a Ella Metzger, cuyos suegros fueron secuestrados el 7 de octubre, no le interesa hablar de sufrimiento: “Solo queremos que esto acabe, y que acabe bien. Verlos en casa. Que no haya más guerra, ni para el pueblo de Israel, ni para el de Gaza. Queremos paz”.
Algo que, continúa, parece posible por primera vez “en 30 años”, desde el asesinato del primer ministro israelí, Isaac Rabin, que tuvo lugar el 4 de noviembre de 1995.
El regreso de los secuestrados se espera a lo largo de la madrugada de este lunes, según informó la Oficina del primer ministro israelí. Los 20 rehenes que continúan con vida serán trasladados, tras el reencuentro con sus familiares, a tres de los hospitales más grandes del centro del país.
El Instituto de Medicina Forense Abu Kabir recibirá los cadáveres de los rehenes fallecidos para identificarlos y tratar de detallar las circunstancias de su muerte. Será entonces cuando sus familiares puedan, por fin, darles sepultura.