La salud en Colombia se redefine: entre crisis, innovación y nuevos modelos de atención.
Colombia vive un momento decisivo para repensar su sistema de salud. Expertos destacaron que, entre crisis e innovación, el reto es avanzar hacia modelos preventivos, apoyados en tecnología y articulación entre sectores.

Retos y oportunidades de Colombia, expertos analizaron la importancia de la tecnología, la investigación y la medicina preventiva.| Foto: W Radio
Durante el evento Innovación en Salud, Alejandro Santos Rubino, director de Contenidos de Prisa Media, recordó que la historia de la salud en Colombia ha estado marcada por tensiones estructurales que se remontan incluso antes de la Constitución del 91. “Venimos de un holocausto que sacudió al país y de una justicia agobiada. La salud, como otros sectores, ha llevado décadas de debate”, afirmó.
Para Santos, los últimos años han dejado al descubierto la urgencia de repensar el sistema. La pandemia reconfiguró las prioridades, puso sobre la mesa la importancia de la salud mental y reveló fragilidades que aún persisten. Sin embargo, sostuvo que este es uno de los mejores momentos para impulsar transformaciones. “En las crisis se ponen a prueba los liderazgos. Tenemos que dar los debates de fondo, con inteligencia, entendiendo que los modelos del mundo están cambiando”, señaló.
Dos factores el envejecimiento de la población y la rápida evolución tecnológica están transformando la manera de concebir la atención médica. Ambos obligan a revisar cómo se modifican los hospitales, las clínicas y el paso hacia una medicina más preventiva y personalizada. En este sentido, Santos insistió en que los medios deben abrir conversaciones constructivas que identifiquen oportunidades y ayuden a guiar los cambios.
Bogotá avanza hacia una salud preventiva
En esa línea, Luis Alexander Moscoso, subsecretario de Servicios de Salud y Aseguramiento de la Secretaría de Salud de Bogotá, explicó que la ciudad avanza hacia modelos preventivos dentro del plan Bogotá Camina Segura.
Actualmente, Bogotá registra 38.000 infartos al año y cerca de 20.000 pacientes oncológicos activos, cifras que, según el funcionario, hacen urgente gestionar la información y el riesgo de manera distinta. “Hoy las tecnologías son fundamentales. La telesalud no es un recurso especializado, es para todos. La interoperabilidad debe permitirnos modelos operables”, afirmó.
Como ejemplo, mencionó la línea 125, que responde en segundos y utiliza algoritmos para orientar a los ciudadanos hacia la atención adecuada. Desde el 15 de enero del próximo año, se espera ampliar este modelo como parte de una estrategia de innovación y optimización del uso de recursos.
Investigación e innovación médica: el motor del cambio

Carolina Muñoz, experta de la Universidad de los Andes, resaltó la importancia de trasladar la innovación del laboratorio al paciente, destacando proyectos como la planta de dispositivos médicos en Bucaramanga. | Foto: W Radio
El primer panel del foro se centró en las oportunidades para que Colombia se consolide como un referente latinoamericano en innovación en salud.
Gilberto Mejía, director general de la Fundación Clínica Shaio, destacó que la institución ha fortalecido su investigación en telemedicina, sensores, inteligencia artificial y robótica médica. Con 27 investigadores activos y cinco patentes registradas, han desarrollado sistemas capaces de diagnosticar enfermedades cardíacas a distancia, mediante el análisis de sonidos del corazón guiado por IA.
No obstante, Mejía advirtió que el país aún enfrenta limitaciones estructurales: hay 2,5 médicos y 1,6 enfermeras por cada 1.000 habitantes, cifras inferiores a los promedios regionales. “Pese a ello, el impulso a la investigación y la producción local es clave para avanzar hacia una medicina de precisión y atención remota eficiente”, sostuvo.
El papel del sector privado y la academia

Daniel D’Avanzo Durand, gerente general para Latinoamérica Norte de Johnson & Johnson Innovative Medicine, resaltó que la colaboración entre empresa y academia hace que la innovación en salud sea una herramienta de transformación real. | Foto: W Radio
Desde el ámbito empresarial, Daniel D’Avanzo Durand, gerente general para Latinoamérica Norte de Johnson & Johnson Innovative Medicine, señaló que la innovación requiere una mirada diferente, especialmente frente al cáncer. Identificó barreras en los tiempos regulatorios y en la sostenibilidad social y ambiental de los procesos. “Cuando las alianzas se consolidan, la innovación deja de ser un concepto abstracto para convertirse en una herramienta de transformación accesible”, enfatizó.
Por su parte, Carolina Muñoz, directora del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de los Andes, destacó que la transferencia del laboratorio al paciente sigue siendo uno de los mayores desafíos. “Pensamos mucho en la solución, pero poco en cómo llevarla al paciente”, señaló, mencionando como ejemplo la planta de producción de dispositivos médicos en Bucaramanga, que busca cerrar esa brecha entre academia e industria.
Finalmente, Ignacio Zarante, director del Instituto de Genética Humana de la Pontificia Universidad Javeriana, subrayó la necesidad de incluir la innovación desde la formación médica. “Hay más de 20.000 enfermedades raras. Ningún médico puede saberlas todas, pero sí puede apoyarse en la tecnología”, explicó.
A través de programas de diagnóstico temprano en niños con enfermedades congénitas, la Javeriana ha demostrado que combinar conocimiento clínico con herramientas tecnológicas puede reducir tiempos críticos y salvar vidas.
El futuro de la salud: colaboración e inteligencia colectiva

Ignacio Zarante, director del Instituto de Genética Humana de la Pontificia Universidad Javeriana, destacó la importancia de integrar la innovación tecnológica en la formación médica para mejorar el diagnóstico temprano de enfermedades raras. |Foto: W Radio
El encuentro dejó claro que el camino hacia la transformación del sistema de salud en Colombia no es sencillo, pero sí posible. Los retos son estructurales, tecnológicos, culturales y de gestión, pero existe una convicción compartida:
el futuro de la salud se construye desde la colaboración, la innovación y la capacidad de debatir con profundidad y propósito.



