Salvando Obras, de la Contraloría General de la República, ha recuperado obras por $6.3 billones
Durante su rendición de cuentas, la entidad hizo una invitación a la ciudadanía a acercarse y ser parte de la veeduría de los recursos públicos del país.

| Foto: W Radio
Una de estas obras recuperadas fue el lugar de encuentro, el Hospital Universitario de Santander, que presentaba moras en su entrega y que, para Ricardo Arturo Hoyos, su actual gerente, “si no se ponía en funcionamiento para septiembre de 2024, Santander estaría colapsado”.
Inicialmente, Carlos Hernán Rodríguez Becerra, contralor general de la República, se refirió a los avances y retos que tiene la entidad, invitando a las siguientes administraciones a que mantengan y continúen el trabajo realizado durante su periodo al frente de la institución.
Reafirmando tal interés, Becerra recalcó que “esta rendición de cuentas es una forma de decirle a Colombia que hemos enfrentado desafíos importantes: falta de recursos, dificultades logísticas y trámites burocráticos, pero también para demostrar que los resultados son reales”.
Para la fecha del encuentro, la Contraloría reportó un total de 407 proyectos rescatados a través del mecanismo en todo el territorio nacional. Estos representan una inversión conjunta por 6.3 billones de pesos y, de acuerdo con Rodríguez, incluye 28 proyectos que contaron con un seguimiento permanente, desde la denuncia hasta su entrega oficial a la ciudadanía.
Valga señalar que el eje central de la estrategia Salvando Obras es el empoderamiento comunitario: a través de canales abiertos y digitales, como el chatbot Lupita, la línea 199 o la app móvil CGR, la ciudadanía puede denunciar retrasos en obras públicas, hacer seguimiento al proceso de control e incluso sumarse a la veeduría de las mismas.
Es en ese proceso de recuperación de la confianza, recalcó Campo Elías Vega Rocha, contralor delegado para la Participación Ciudadana, que “se ven los resultados: más que un número, es ver que todos los sueños y frustraciones se han podido solucionar de la mano de las veedurías y contralorías”.
Como ejemplo de ello, Juan Sebastian Valencia relató lo vivido como contralor estudiantil, señalando que “la experiencia más grata que he tenido es ver cómo es mi colegio hoy en día”, refiriéndose a la institución educativa Fernando Carreño de la capital santandereana, que por años aplazó la entrega de una nueva sede, y que contó con el acompañamiento de la Contraloría para asegurar su inauguración.
Por otra parte, Jesús Alberto Camacho, docente de matemáticas, relató su proceso como veedor del puente de Juanchito, en el Valle del Cauca. Camacho, junto a otros afectados por los casi 10 años que estuvo en ejecución la obra, vio la necesidad de apersonarse del seguimiento del proyecto, llegando al mecanismo Salvando Obras, para hacer dinamizar su construcción y evitar el uso indebido de los recursos públicos.
Como resultado, cuenta, la comunidad pasó de gastar una hora en un trayecto de 1.5 kilómetros a poder incluso descansar una media hora adicional antes de salir a trabajar una vez estuvo entregada la conexión, viendo una mejora significativa en su calidad de vida.
Según los asistentes, los recursos públicos están cada día más regulados y vigilados, tanto por los entes como por la misma ciudadanía. A fin de cuentas, a los logros de Salvando Obras se suman los de la Dirección de Información, Análisis y Reacción Inmediata (DIARI), que consiguió recuperar 5.5 billones de pesos a través de acciones jurídicas, análisis de auditoría y cobros coactivos apoyados, entre otras cosas, por inteligencia artificial.
En total, la Contraloría ha logrado recuperar alrededor de 11 billones de pesos en la acción contra “elefantes blancos”. En la actualidad la meta es recuperar un total de 20 billones antes de que finalice la actual administración.
Así las cosas, Rodríguez Becerra hizo un llamado a la ciudadanía para acercarse a la Contraloría y expresar sus necesidades e inquietudes sobre el uso de los recursos públicos. De esta manera, continuó, se podrán abrir mesas de diálogo para que los recursos “se usen como se deben”.
Como última intervención Ramiro Vásquez, veedor ciudadano y ganador del premio Alfonso Palacio Rudas en 2023, por su labor durante mas de 20 años concluyó que “el llamado es al ciudadano común: que nunca abandonemos las veedurías, que lo que me pase a mí no le pueda pasar al otro y lo que le pase al otro a mí me interese para poder ayudarlo”.




