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Entre la expansión y la deuda social: Cartagena toma decisiones clave para su desarrollo

La capital de Bolívar avanza con proyectos de infraestructura, inversión y alianzas público-privadas. Su objetivo es cerrar las profundas brechas en servicios, pobreza y desigualdad que exigen respuestas urgentes.

Expertos analizaron los retos y oportunidades que definirán el futuro de Cartagena. | Foto: W Radio

Expertos analizaron los retos y oportunidades que definirán el futuro de Cartagena. | Foto: W Radio

Las voces de la administración distrital, los gremios, el sector privado y las fundaciones coincidieron en que el progreso solo será sostenible si se mantiene la articulación público-privada y el crecimiento llega efectivamente a los territorios más vulnerables.

El alcalde Dumek Turbay subrayó que Cartagena arrastra una brecha social profunda: más de 500 mil personas enfrentan pobreza, carencias básicas y precariedades diarias. Por ello, explicó, la administración ha enfocado su inversión en los barrios más vulnerables mediante proyectos de empleo, obras comunitarias e infraestructura social.

En ese marco, destacó el impulso a un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que contempla zonas de expansión y desarrollo económico con reglas claras para atraer inversión y fortalecer la capacidad productiva de la ciudad. Para el mandatario, el reto es consolidar una Cartagena “justa, potente y solidaria”, donde la inversión transforme la vida cotidiana de quienes más lo necesitan.

Desde el sector privado, Irvin Pérez insistió en que Cartagena tiene un enorme potencial, pero requiere una articulación genuina entre la administración y los empresarios. Señaló que la ciudad cuenta con ventajas turísticas, ambientales y urbanas que pueden detonar un crecimiento sostenido, siempre que existan alianzas estables, normas claras y una visión compartida de desarrollo.

En su opinión, la sostenibilidad no debe entenderse solo desde lo ambiental, sino como una combinación de futuro, territorio y reglas que permitan aprovechar de manera equilibrada el suelo y transferir beneficios colectivos desde el sector privado hacia la comunidad.

El enfoque social estuvo representado por José Francisco Aguirre, quien destacó que Cartagena atraviesa un momento de propósito común entre gobierno, empresas y fundaciones. Resaltó proyectos como Barú 2030, la vía de Playetas, los avances en acueducto y alcantarillado, y el trabajo articulado en barrios urbanos y rurales.

Aguirre aseguró que iniciativas como Ciudad del Bicentenario demuestran cómo la vivienda, la educación, los parques y la infraestructura pueden convertirse en motores de inclusión, productividad y empleo. A su juicio, la clave está en combinar inversión pública, privada y social para cerrar brechas históricas.

En esa misma línea, Carlos González, presidente de Esenttia, afirmó que hoy Cartagena se proyecta hacia el futuro gracias al trabajo coordinado entre sectores. Si bien reconoció al turismo como un pilar fundamental, aseguró que la industria es “la turbina” que impulsa el crecimiento y le da sostenibilidad. Destacó el papel de las exportaciones, la innovación, la economía circular y las alianzas estratégicas para que la ciudad compita a nivel global, al tiempo que mantiene equilibrio económico, ambiental y social.

Uno de los análisis más técnicos del foro lo aportó Óscar Delgado, quien señaló que el nuevo aeropuerto de Cartagena será un catalizador para múltiples industrias, desde el turismo hasta los negocios internacionales. Explicó que su capacidad permitirá abrir rutas y mercados hoy imposibles con las limitaciones del aeropuerto Rafael Núñez.

No obstante, advirtió que esta modernización exige una planeación urbana de largo plazo: el POT deberá garantizar compatibilidad de usos del suelo, minimizar impactos y asegurar que las comunidades vecinas se beneficien del desarrollo. Para ello, dijo, la preparación laboral y empresarial de estos territorios debe comenzar desde ahora.

Durante el encuentro también se anunciaron inversiones concretas. El gobernador de Bolívar confirmó recursos superiores a 80 mil millones de pesos para pavimentación de calles, proyectos de alcantarillado en corregimientos y la construcción de cinco estadios de sóftbol en barrios populares. Asimismo, informó que antes de finalizar el año iniciarán las obras de recuperación ambiental y urbanística de El Laguito, una intervención estratégica para la ciudad. En materia educativa, destacó la nueva sede de Bellas Artes en La Matuna, orientada a ampliar las oportunidades de formación para jóvenes cartageneros.

Desde el sector aeroportuario, el gerente de OINAC recordó que el aeropuerto Rafael Núñez presenta un rezago de infraestructura superior a una década y que las obras en curso son urgentes para mejorar servicios, ampliar espacios y garantizar una operación acorde con la relevancia turística de la ciudad. Añadió que el proceso de adquisición de predios para la expansión ya supera el 80 % de aceptación.

El foro dejó una conclusión clara: Cartagena cuenta con el impulso, los proyectos y las alianzas necesarias para transformarse. El verdadero desafío es convertir ese crecimiento en bienestar tangible para quienes aún viven en condiciones de desigualdad. La ciudad avanza, pero su futuro dependerá de que el desarrollo sea planificado, compartido y pensado desde la gente.

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