Gobernabilidad y abastecimiento energético, entre los grandes desafíos de Colombia para 2026
Con obstáculos a la participación política y un sector energético entre algodones, la cumbre Visión 2026 abre el diálogo a las posibles soluciones para ambos rubros.

El próximo miércoles 3 de diciembre, Bogotá acogerá la cumbre Visión 2026, Tendencias Colombia, organizada por Prisa Media. El espacio reunirá a distintos sectores para analizar los grandes asuntos que marcarán el debate nacional de cara al próximo año.
Entre los ejes centrales del encuentro estarán el panorama electoral y los desafíos del sistema energético, dos temas que se han posicionado en el centro de la agenda pública por su impacto directo en la estabilidad institucional y económica del país.
Panorama electoral: riesgos, participación y preparación institucional
Con las elecciones de 2026, Colombia llega a un momento clave para discutir la seguridad, la transparencia y la confianza en los procesos electorales. De acuerdo con los informes de la Misión de Observación Electoral (MOE), persisten riesgos asociados a dinámicas territoriales, actores armados, desinformación y fragmentación de partidos en algunos municipios del país.
A esto se suma el creciente peso de las regiones en la configuración del mapa político y en la relación con el Gobierno Nacional, un factor que será clave para entender qué está en juego de cara al próximo año.
En ese sentido, la cumbre propone un espacio de diálogo para identificar cómo se está preparando el país para las elecciones, cuáles son los riesgos y desafíos identificados para la participación y cómo estos elementos pueden influir en la gobernabilidad.
Energía: demanda en aumento y alertas sobre abastecimieto
Paralelamente se abordará el panorama energético del país, dadas las advertencias recientes sobre la capacidad de Colombia para cubrir la demanda del recurso en los próximos años.
Según un análisis publicado por Reuters, proyecciones del sector indican que el país podría enfrentar faltantes de gas hacia 2025–2026 si no entran en operación nuevas fuentes de suministro, lo que incrementa la presión sobre la infraestructura actual y sobre la planificación energética.
A este contexto se suman los retrasos en la implementación de proyectos con otros tipos de generación de energía, la falta de reglas claras de juego para la industria en pleno y un esfuerzo por la transición energética que muchos han calificado como arbitrario y desbalanceado.
Por ello, el encuentro abre un debate para ofrecer un diagnóstico realista y actual sobre la situación energética del país, evaluar amenazas y oportunidades, y proponer reflexiones sobre cómo garantizar el acceso confiable a la energía en el 2026.




