Este anuncio llega tras meses de tensión y coordinación diplomática por los procesos de expulsión acelerada implementados por EE.UU., que afectan a miles de inmigrantes indocumentados de origen indio.
Ocho migrantes de diferentes nacionalidades se encuentran retenidos en una base militar estadounidense en Yibuti, después de que el Gobierno del republicano intentara enviarlos a Sudán del Sur pero la Justicia se lo impidió.
“Todo el que elija el asesinato y el odio será deportado, su ciudadanía se revocará y pagará el precio completo”, dijo el ministro de Defensa israelí, Israel Katz.
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