Médicos Sin Fronteras señaló que “están quedando cada vez menos actores humanitarios debido a la operación militar y la presión que ejerce Israel para que tanto la población como las organizaciones humanitarias abandonen la ciudad”.
El uso deliberado de la inanición como arma por parte de las autoridades israelíes en Gaza ha alcanzado “niveles sin precedentes, con pacientes e incluso trabajadores luchando por sobrevivir”, señaló la organización en un comunicado.
La comisión reveló que el bombardeo destruyó el hospital, mató a siete civiles y dejó “numerosos heridos, entre ellos pacientes, personal sanitario y médico”.
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