Al menos 2.956 personas continúan confinadas en la zona baja del municipio de Solano, en Caquetá, debido a la presencia de grupos armados y el riesgo de nuevos enfrentamientos.
Aseguró que por la disputa del territorio entre grupos armados se han incrementado las acciones de victimización de la comunidad del Chocó.
El gobernador Carlos Amaya pidió diálogo con los campesinos en el paro, rechazando el uso de la fuerza y buscando soluciones que no perjudiquen a otros agricultores. Abogó por acuerdos que protejan tanto sus derechos como los ecosistemas.
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